¿Qué deslumbró a una joven de apenas 23 años, aplaudida y premiada por su belleza física, con una proyección por delante y la oportunidad de aportar desde su fama local, que prefirió liarse con mafiosos y ser la compañera sentimental de un narcotraficante?
Es el caso de Laura Elena Zúñiga Huízar, coronada en julio de este año como Nuestra Belleza Sinaloa 2008 y detenida el 24 de diciembre pasado en Zapopan, Jalisco, junto con siete hombres, entre ellos Ángel García Urquiza, quien además de ser su pareja sentimental, es un presunto líder del cártel de Juárez y hermano de Ricardo García Urquiza alias “el Doctor”, detenido en noviembre de 2005.
Según las autoridades, al momento de ser detenida Zúñiga dijo que ella y sus acompañantes planeaban ir de compras a Bolivia y Colombia. Mientras tanto en Sinaloa, el padre de la modelo dijo que ella viajó a Guadalajara para asistir a una posada.
Para abonar a las contradicciones, en sus primeras declaraciones Zúñiga afirmó haber sido secuestrada por su novio y desconocer las actividades ilícitas a las que se dedicaba. ¿Acaso nunca se cuestionó o le preguntó a qué se dedicaba y para qué usaban16 teléfonos celulares, casi cien mil dólares en efectivo, dos rifles y tres pistolas, nueve cargadores así como más de 600 cartuchos de diferentes calibres que les confiscaron en la detención?.
El caso de Laura no es el primero donde una mujer atractiva se ve involucrada con los cárteles de la droga. En septiembre de 2007, agentes federales detuvieron a Sandra Ávila Beltrán, conocida como la Reina del Pacífico por ser una de las más importantes operadoras del cártel de Sinaloa que dirige Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera.
Fue acusada por tráfico de drogas, crimen organizado y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Ella es originaria de Tijuana, Baja California pero radicaba en Jalisco donde se dedicaba a los bienes raíces y a negocios de belleza relacionados con el masaje y los bronceados artificiales.
Ya en la literatura se han escrito historias como éstas. El escritor español Arturo Pérez Reverte, publicó en el 2002 su novela La Reina del Sur, que narra la vida de Teresa Mendoza, mujer nacida en Culiacán, Sinaloa, que huye a España donde se envuelve en las redes del contrabando y el narcotráfico de aquel país. La historia muestra las ilusiones, amores y negocios ilícitos de la protagonista.
Pero una vez más, la realidad supera la ficción y como Laura y Sandra hay mujeres que se enredan en las mafias y muchas de ellas terminan mal como fue el caso de Zulema Yulia Hernández, una mujer de alrededor de 35 años, distribuidora de droga en el barrio de Tepito y en el Estado de México y que fue encontrada sin vida el pasado 17 de diciembre en la cajuela de un automóvil. Ella fue identificada como la ex novia de El Chapo Guzmán a quien se presume conoció durante su estancia en un penal de alta de seguridad del cual el narcotraficante se fugó en 2001.
La belleza del narcotráfico seduce a muchos, ya sea por hambre o por ambición, por aventura o negocio. Atrapa con unas cuantas monedas al sencillo campesino que no le rinde el pago de su cosecha, al tiempo de involucrar a mujeres hermosas, soldados, policías, jóvenes, artistas, empleados, o a quien quiera dinero fresco y multiplicado, a pesar de los riesgos que conlleva mezclarse con el crimen organizado.
Les deslumbra el dinero fácil, el poder, la ambición a costa de la salud de muchos que consumen estupefacientes por evasión, por adicción, por abandono o por placer.
Qué pena que hombres y mujeres jóvenes, mexicanos, elijan el camino de la droga, ya sea para traficarla o para consumirla. Optan por salidas destructivas que aparentan un bien temporal y atractivo pero que acaban siendo su propia tumba.
Y Puebla no es ajena al riesgo de las drogas a través del narcomenudeo en distintas colonias donde los padres de familia exigen ayuda, orientación y protección para sus hijos. Puebla no es ajena a la desconfianza, a la sospecha sobre fortunas emergentes de algunos nuevos ricos que -sin recato- presumen de casas, viajes, coches y joyas que hace poco no tenían, en un estado donde el desarrollo industrial es mínimo.
La pregunta sería como cantaba Chico Che y su grupo tropical “La Crisis”, ¿Quien pompó?, ¿Cómo y cuándo adquirieron recursos para llevar un ritmo de vida costoso sin que sea clara su fuente de ingreso para solventarlo?
El narcotráfico es capaz de penetrar cualquier ámbito, ya sea por seducción o por amenaza. Ya el Instituto Federal Electoral (IFE) ha advertido la urgencia de vigilar los recursos con que se financian las campañas electorales. Recordemos el caso del ex alcalde priísta de Izúcar de Matamoros Rubén Gil Campos, acusado junto con su hermano Eduardo quien radicaba en Nueva York, de distribuir narcóticos en vehículos de su empresa Gil Moving & Storage.
Como reza el conocido refrán: No todo lo que brilla es oro. El dinero mal habido termina cobrando costos muy elevados, cuidemos a nuestros jóvenes. Las mieles del dinero, el poder y la riqueza obtenidas con medios ilícitos, fabrican príncipes y princesas, pero de cuentos que terminan en trágicas historias sin un final feliz.
Comentarios: diazgarcia2020@gmail.com
Es el caso de Laura Elena Zúñiga Huízar, coronada en julio de este año como Nuestra Belleza Sinaloa 2008 y detenida el 24 de diciembre pasado en Zapopan, Jalisco, junto con siete hombres, entre ellos Ángel García Urquiza, quien además de ser su pareja sentimental, es un presunto líder del cártel de Juárez y hermano de Ricardo García Urquiza alias “el Doctor”, detenido en noviembre de 2005.
Según las autoridades, al momento de ser detenida Zúñiga dijo que ella y sus acompañantes planeaban ir de compras a Bolivia y Colombia. Mientras tanto en Sinaloa, el padre de la modelo dijo que ella viajó a Guadalajara para asistir a una posada.
Para abonar a las contradicciones, en sus primeras declaraciones Zúñiga afirmó haber sido secuestrada por su novio y desconocer las actividades ilícitas a las que se dedicaba. ¿Acaso nunca se cuestionó o le preguntó a qué se dedicaba y para qué usaban16 teléfonos celulares, casi cien mil dólares en efectivo, dos rifles y tres pistolas, nueve cargadores así como más de 600 cartuchos de diferentes calibres que les confiscaron en la detención?.
El caso de Laura no es el primero donde una mujer atractiva se ve involucrada con los cárteles de la droga. En septiembre de 2007, agentes federales detuvieron a Sandra Ávila Beltrán, conocida como la Reina del Pacífico por ser una de las más importantes operadoras del cártel de Sinaloa que dirige Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera.
Fue acusada por tráfico de drogas, crimen organizado y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Ella es originaria de Tijuana, Baja California pero radicaba en Jalisco donde se dedicaba a los bienes raíces y a negocios de belleza relacionados con el masaje y los bronceados artificiales.
Ya en la literatura se han escrito historias como éstas. El escritor español Arturo Pérez Reverte, publicó en el 2002 su novela La Reina del Sur, que narra la vida de Teresa Mendoza, mujer nacida en Culiacán, Sinaloa, que huye a España donde se envuelve en las redes del contrabando y el narcotráfico de aquel país. La historia muestra las ilusiones, amores y negocios ilícitos de la protagonista.
Pero una vez más, la realidad supera la ficción y como Laura y Sandra hay mujeres que se enredan en las mafias y muchas de ellas terminan mal como fue el caso de Zulema Yulia Hernández, una mujer de alrededor de 35 años, distribuidora de droga en el barrio de Tepito y en el Estado de México y que fue encontrada sin vida el pasado 17 de diciembre en la cajuela de un automóvil. Ella fue identificada como la ex novia de El Chapo Guzmán a quien se presume conoció durante su estancia en un penal de alta de seguridad del cual el narcotraficante se fugó en 2001.
La belleza del narcotráfico seduce a muchos, ya sea por hambre o por ambición, por aventura o negocio. Atrapa con unas cuantas monedas al sencillo campesino que no le rinde el pago de su cosecha, al tiempo de involucrar a mujeres hermosas, soldados, policías, jóvenes, artistas, empleados, o a quien quiera dinero fresco y multiplicado, a pesar de los riesgos que conlleva mezclarse con el crimen organizado.
Les deslumbra el dinero fácil, el poder, la ambición a costa de la salud de muchos que consumen estupefacientes por evasión, por adicción, por abandono o por placer.
Qué pena que hombres y mujeres jóvenes, mexicanos, elijan el camino de la droga, ya sea para traficarla o para consumirla. Optan por salidas destructivas que aparentan un bien temporal y atractivo pero que acaban siendo su propia tumba.
Y Puebla no es ajena al riesgo de las drogas a través del narcomenudeo en distintas colonias donde los padres de familia exigen ayuda, orientación y protección para sus hijos. Puebla no es ajena a la desconfianza, a la sospecha sobre fortunas emergentes de algunos nuevos ricos que -sin recato- presumen de casas, viajes, coches y joyas que hace poco no tenían, en un estado donde el desarrollo industrial es mínimo.
La pregunta sería como cantaba Chico Che y su grupo tropical “La Crisis”, ¿Quien pompó?, ¿Cómo y cuándo adquirieron recursos para llevar un ritmo de vida costoso sin que sea clara su fuente de ingreso para solventarlo?
El narcotráfico es capaz de penetrar cualquier ámbito, ya sea por seducción o por amenaza. Ya el Instituto Federal Electoral (IFE) ha advertido la urgencia de vigilar los recursos con que se financian las campañas electorales. Recordemos el caso del ex alcalde priísta de Izúcar de Matamoros Rubén Gil Campos, acusado junto con su hermano Eduardo quien radicaba en Nueva York, de distribuir narcóticos en vehículos de su empresa Gil Moving & Storage.
Como reza el conocido refrán: No todo lo que brilla es oro. El dinero mal habido termina cobrando costos muy elevados, cuidemos a nuestros jóvenes. Las mieles del dinero, el poder y la riqueza obtenidas con medios ilícitos, fabrican príncipes y princesas, pero de cuentos que terminan en trágicas historias sin un final feliz.
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