martes, 25 de agosto de 2009

LX Legislatura: avances inéditos


Dentro de una semana la LX Legislatura Federal llegará a su fin. Han pasado tres años desde aquel tenso proceso electoral del 2006 cuando los seguidores de Andrés Manuel López Obrador estrangularon al Distrito Federal bloqueando el Paseo de la Reforma, acamparon en el zócalo y descalificaron a todas las instituciones por no avalar sus caprichos. Pretendían desestabilizar al país, crear una crisis de ingobernabilidad y ganar con presiones lo que no pudieron conseguir en las urnas.

Los pejistas amenazaron con encabezar un movimiento social para impedir que el entonces presidente Vicente Fox rindiera su sexto y último informe de gobierno; los legisladores de izquierda tomaron la tribuna de la Cámara de Diputados donde se percibía un inminente enfrentamiento de proporciones inimaginables que iniciaba con imprecaciones verbales muy agresivas y quien sabe como y donde terminaría.

El gobierno foxista y los legisladores del PAN diseñaron su estrategia y el informe se entregó por escrito en la puerta del salón de sesiones cumpliendo con todos los requisitos marcados en la ley.

De hecho hubo voces que nos criticaron a los diputados del Partido Acción Nacional que ahora concluimos nuestra responsabilidad, por no haber sido más enérgicos y forzar a que Fox rindiera su informe en la tribuna; sin embargo, para el primer presidente panista y los legisladores recién electos, la estrategia no podía ser inmediatista sino pensado en los acontecimientos venideros. Preferimos entonces pasar de bajo perfil en el sexto informe, a cambio de lograr un mayor objetivo como era que el presidente electo Felipe Calderón, tomara posesión.

Al no hacer mayores aspavientos el 1 de septiembre de 2006, la oposición calculó que así actuaríamos en diciembre. Lo demás ya es historia cuando nos apostamos por la democracia, la legalidad y la gobernabilidad de México defendiendo la tribuna únicamente con nuestra presencia física, pero con una gran convicción sobre nuestra misión de hacer cumplir la ley. Después de 67 horas de gran tensión y de escarceos violentos por parte de la izquierda intolerante y agresiva, Felipe Calderón rindió protesta como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos el 1 de diciembre de 2006 en la tribuna del Palacio Legislativo.

Quien vio y vivió las imágenes y los enfrentamiento de los últimos meses del 2006 en San Lázaro pensaría que los legisladores en turno nunca lograrían ponerse de acuerdo ni aprobar la más mínima reforma, debido a la evidente pugna entre partidos y a la estrategia de confrontación y desestabilización encabezada por López Obrador y seguida a pie juntillas por sus compinches legisladores.

A tres años de distancia, podemos afirmar con agrado que aquella perspectiva se desvaneció a base de trabajo político y de dialogo, y que la LX Legislatura pasará a la historia por una serie de logros cuantitativos y cualitativos, inimaginables al inicio de su gestión.

El balance de esta Legislatura es inédito, en particular por la unanimidad lograda en buena parte de las iniciativas aprobadas y porque abordamos temas tabú que se consideraban intocables.

En el caso de la reforma energética, se avanzó por lo menos en una primera etapa, al permitir a PEMEX acceder a tecnología de vanguardia para desarrollar al sector; contar con los combustibles necesarios para que los mexicanos realicemos actividades productivas reduciendo la dependencia con el exterior en materia de importaciones de gasolina y productos refinados y se dieran las condiciones para que el Ejecutivo Federal construyera otra refinería. Fortalecerá las finanzas de PEMEX, al darle mayor libertad para reinvertir sus ingresos y promover la participación de los mexicanos en el progreso de la industria petrolera nacional mediante la emisión de “bonos ciudadanos”.

También se aprobó la reforma a los sistemas de Justicia Penal y Seguridad Pública con aspectos tan relevantes como los juicios orales donde las partes tienen claridad sobre el proceso y certeza en su defensa y demanda, así como la extinción de dominio para expropiar los bienes inmuebles con que opera el crimen organizado.

Además se legisló sobre el Sistema de Pensiones del ISSSTE, lo cual permitirá al país tener viabilidad en sus finanzas públicas para los próximos años; la reforma electoral para reducir el financiamiento a los partidos así como acortar tiempos y costos de las campañas electorales, la Ley de Ahorro y Crédito Popular para apoyo a los ahorradores así como la eliminación de la ceremonia del Informe Presidencial y las absurdas autorizaciones al Presidente para poder salir del país a cumplir compromisos internacionales, la creación de la Ley General para el Control al Tabaco que obliga a mantener espacios libres de humo, la nueva Ley General de Contabilidad Gubernamental, la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos, las reformas a los artículos 4° y 73 constitucionales que nos permiten garantizar para toda persona el derecho al acceso y disfrute de los bienes y servicios culturales, las reformas a los artículos 3° y 31 constitucionales que hacen obligatoria la educación media superior como una medida, para abatir el rezago en la cobertura y los altos niveles de deserción de dicho nivel educativo, entre otras.

Si bien estas reformas, fundamentales para el país, son resultado de un cuerpo colegiado, también son fruto del compromiso individual de cada legislador. No basta cuantificar el número de iniciativas presentadas, puesto que muchas de ellas se quedan en el tintero por falta de sustento y viabilidad, sino es conveniente evaluar el trabajo diario de un diputado en comisiones, en la gestión y en la negociación e interlocución con otros grupos políticos, para alcanzar los acuerdos y avanzar en reformas como las mencionadas.

Algunos analistas han sugerido indicadores como el balance entre la propuesta, el desarrollo y la conclusión de proyectos; la forma y fondo de las leyes; la respuesta legislativa a los ciudadanos; el impacto de las leyes en la sociedad así como la utilización adecuada y transparente de los recursos públicos.

Sobre este último tema, se tendrán que revisar prácticas que no son suficientemente transparentes y emplear indicadores -como los propuestos por instituciones académicas- para medir el rendimiento y ponderar si lo que ganan corresponde a su responsabilidad pero sobretodo a su desempeño. Para ello la reelección será una buena medida para evaluar ese desempeño y obligar a los legisladores a preocuparse más de sus electores que de sus cúpulas partidistas.

Es cierto que quedaron pendientes reformas fundamentales para el país como la laboral, la ley para el derecho de réplica de los ciudadanos ante los medios de comunicación o la reforma para la reelección consecutiva de los alcaldes, diputados y senadores. Éstas son un importante reto para la LXI Legislatura.

Hoy se vive una composición diferente en la nueva legislatura pero el clima político no es el de la confrontación que se vivía hace 3 años. La nueva mayoría priísta tiene una grave y enorme encomienda de hacer uso responsable de esa condición, se trata de ver por México en un entorno de crisis económica, de riesgos sanitarios, de violencia en las calles, de sequía en el campo, de vulnerabilidad política y social por las próximas elecciones presidenciales, del uso discrecional de los recursos públicos en organismos públicos y especialmente en estados y municipios. Como diputados federales representan al pueblo de México, no son los enviados de un precandidato o gobernador o poder fáctico.

Al presidente Calderón y al PAN les toca trabajar más en el cabildeo con las otras fuerzas políticas y en la comunicación con los electores.

Si la LX legislatura tuvo condiciones muy adversas en cuanto a la confrontación en medio de la cual se instaló y pudo salir adelante, esta nueva no puede ser la excepción. Para ello se tendrán que anteponer los intereses de México antes que los personales, de partido político o de grupo. Los ciudadanos estaremos exigiéndolo.

Por mi parte, agradezco la confianza de los ciudadanos a los que representé, me voy satisfecho de lo alcanzado no sólo en cantidad y en calidad de leyes, reformas y acuerdos, me voy satisfecho por haber contribuido a preservar nuestras instituciones democráticas y por haber incidido en conseguir mayores presupuestos y mejor distribuidos a estados y municipios; mejores condiciones jurídicas para combatir el crimen organizado; mas transparencia y rendición de cuentas; mejores instrumentos jurídicos para preservar el medio ambiente y los recursos naturales, mejores condiciones para lograr un desarrollo sustentable y así con todo ello procurar el Bien Común.

A todos los ciudadanos que me dieron esta oportunidad de servir, muchas gracias, seguiremos trabajando.

martes, 18 de agosto de 2009

La esperanza perdida


El viernes pasado, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), difundió su segundo informe trimestral sobre las condiciones laborales y de ingreso de los trabajadores del país, con datos críticos relacionados con el estado de Puebla.

Nuestra entidad, ocupa el primer lugar a nivel nacional en lo que se refiere a las peores condiciones de protección y prestaciones para los trabajadores, debido a que 62.1 por ciento de los empleados no cuenta con ellas. Esta cifra se encuentra 21 puntos arriba del promedio nacional, el cual es de 41 por ciento de trabajadores remunerados que no tienen acceso a las prestaciones labores estipuladas por ley como la seguridad social y de salud.

El panorama empeora cuando nos comparamos con estados como Coahuila, Nuevo León o Baja California Sur (gobernados por el PRI y el PRD) cuyo porcentaje de trabajadores sin acceso a dichas prestaciones se encuentran entre 24 y 27 por ciento, es decir casi tres veces menos que en Puebla.

Otro dato desalentador, es el índice de desempleo que si bien a nivel país ha crecido por la situación económica mundial y regional que enfrentamos y se encuentra en 5.17 por ciento, en Puebla es de 100 mil personas sin trabajo, es decir, 4.83 por ciento de desocupación, siendo ésta la tasa más alta en los últimos nueve años.

En un año, la tasa desestacionalizada –aquella que descarta datos extremos para un mejor comparativo— pasó de 3.3 al 4.83 mencionado, siendo la tasa de desocupación abierta de 4.4 por ciento.

En un comparativo de más corto plazo, como es del primero al segundo trimestre de 2009, Puebla reportó 7 mil 928 desempleados menos al pasar de 107 mil 819 a 99 mil 891 mil personas que declararon no contar con un puesto de trabajo, es decir el desempleo bajó un 7.35%.

En lo que refiere al empleo informal, Puebla vuelve a ocupar los porcentajes más altos con un 34.5 por ciento de la población que recibe ingresos por esta vía que, comparado con la media nacional de 28.1, queda muy por arriba. Asimismo comparando las cifras del segundo trimestre del 2008 con las de 2009, el ingreso por empleos informales aumentó.

Finalmente el indicador de la subocupación el cual refiere el porcentaje de la población ocupada pero con disponibilidad para ofertar más tiempo de trabajo, alcanzó el 6.2 por ciento, el cual se encuentra ligeramente debajo del promedio nacional que es de 6.8 por ciento.

Las cifras y los indicadores proporcionan datos comparables para evaluar, analizar y obtener conclusiones sobre la realidad, sin embargo estos son inútiles si evadimos dos aspectos clave: lo que significan las cifras y qué se puede hacer a partir de ellas.

Con relación al primero, no podemos olvidar que detrás de esos números hay personas con nombre y apellido que viven una situación de angustia ante la falta de un ingreso, ante la carencia de prestaciones que les den seguridad social y ante la incertidumbre de tener –la mayoría de ellos- una familia a la que alimentar, entiéndase alimentar como un concepto amplio y aglutinante de todas las actividades relacionadas con la manutención de un hogar.

En cuanto al segundo aspecto a considerar, estas cifras no deben quedar en el tintero sino aprovecharse para tomar decisiones y cambiar el rumbo en proyectos no funcionales para reactivar la economía de un estado.

Es el caso de la Célula y el Centro Expositor que hasta el momento no han servido para detonar la economía, se han retrasado en su construcción y son -parafraseando a la Asociación de Empresas de la Construcción (AECO)- unos elefantes blancos que han costado mucho y no han servido de nada.

De hecho según publicaron algunos medios de comunicación, la AECO cuestionó la "falta de visión y administración" del gobierno de Mario Marín Torres durante una reunión con el titular de la Secretaría de Finanzas y Administración (SFA), Gerardo Pérez Salazar.

Los empresarios de la construcción insisten en que La Célula - puerto interior de carga y centro logístico intermodal ubicado en Oriental y Tepeyahualco- y el Centro Expositor –recinto ferial en la zona de los Fuertes-, no están siendo el detonador económico que se proyectó y expresaron su malestar ante el intento del gobierno estatal de contratar a una empresa de Nuevo León para promocionar y administrar La Célula, con una inversión de 50 millones de dólares, en vez de licitarla entre empresas de la región.

Con respecto al Centro Expositor, a mediados del 2007 el titular de las finanzas del estado, dio a conocer que el periodo estimado de ejecución llevaría entre 14 y 15 meses con una inversión de 5 millones 825 mil pesos para el proyecto, 105 millones 31 mil pesos para obras preeliminares y 332 millones 894 mil pesos en obra civil como cimentación, estructura de concreto y fachada. Hasta abril de este año, casi dos años después del anuncio, el recinto apenas registraba 45 por ciento de avance.

Está claro que el gobierno del estado está empecinado en impulsar elefantes blancos que no contribuyen a impulsar la economía y, así ayudar a sacar adelante a los poblanos de la crisis, está claro también que la falta de un amplio acuerdo entre gobierno del estado y sociedad a través de sus cuerpos intermedios -como la AECO y otras organizaciones empresariales, las universidades, las organizaciones de la sociedad civil etc.- genera falta de sinergias que guíen a gobierno y sociedad a trabajar con un mismo rumbo. La falta de autoridad moral, de liderazgo y la pérdida de legitimidad en el ejercicio del poder del gobierno encabezado por Mario Marín tiene a Puebla en el lugar que nos merecemos.

Todos sabemos que la situación económica mundial es crítica, que el desempleo, los paros técnicos y el cierre de empresas es una realidad no sólo nacional sino mundial. Sin embargo, estas razones no deben ser un pretexto para evadir la puesta en marcha de un plan económico estatal que atienda las necesidades específicas de nuestra entidad, realice proyectos eficaces, pero que también se apriete el cinturón en el gasto público para enfrentar de mejor manera esta etapa compleja de la economía. Desgraciadamente cuatro años y medio de gestión marinista ya hicieron mella en la sociedad, perdimos la esperanza en el gobierno del estado, perdimos la también la oportunidad de reposicionar a Puebla y de que los que aquí nacimos y aquí vivimos podamos aspirar a mejores condiciones de vida, las cifras y las acciones así lo demuestran.

martes, 11 de agosto de 2009

¿Dónde empieza la corrupción de PEMEX?


¿Llegará el día en que la corrupción deje de ser la práctica común para allegarse de recursos a costa de un país y su riqueza natural?

La lógica nos diría que no cuando se vuelve noticia la ordeña de PEMEX a través del robo de hidrocarburos, gasolina y diésel. Y digo se vuelve noticia porque aunque desde hace años existe información al respecto, lo novedoso ahora es la investigación a funcionarios públicos sospechosos de planear la extracción ilegal de combustible, incluso en beneficio del crimen organizado, de acuerdo a algunas hipótesis.

Según datos de Petróleos Mexicanos (PEMEX) son más de 12 mil millones de pesos anuales a los que asciende el robo, adulteración y venta ilícita de gasolinas, condensados, crudo a boca de pozo y hasta petroquímicos.

Tan sólo en 2008 la paraestatal detectó y clausuró 396 tomas clandestinas de las cuales 90 están en Tabasco, Coahuila, Jalisco, Chihuahua, Oaxaca, Baja California y Puebla, en tanto que las otras 306 se ubican en los estados de Veracruz, México, Nuevo León, Tamaulipas, Guanajuato e Hidalgo.

Al 30 de junio de este año, la red de complicidades que se investiga extendió su negocio a Tlaxcala, Sinaloa, Durango, Querétaro, Michoacán y Distrito Federal, es decir, pasó de 13 a 19 estados donde ya fueron documentadas tomas clandestinas.

Para colmo, en la extracción y venta ilícita podría estar vinculado el narcotráfico. Hace unos días el periódico Reforma publicó que según fuentes del Estado Mayor Presidencial de la Secretaría de la Defensa Nacional, los Zetas acceden a vehículos y uniformes para realizar la ordeña y saben cuándo son los operativos para evadirlos, sobretodo en los estados de Veracruz, Tamaulipas, el Estado de México, Oaxaca y Tabasco. Cada litro de combustible robado lo venden en cuatro pesos, por lo que con cada pipa robada -con capacidad de 45,000 litros-, sus ganancias ascienden a 180 mil pesos.

Como parte de las pesquisas, funcionarios federales tomaron las instalaciones de la Gerencia de Servicios de Seguridad Física de PEMEX, en el DF donde aseguraron documentos y equipo de cómputo al tiempo que la Procuraduría General de la República (PGR) y la Función Pública tomaron declaración a 36 servidores públicos adscritos a dicha área.



Un informe técnico de PEMEX publicado por el periódico El Universal, advierte que la falta de un equipo efectivo de comunicación y control, impide detectar con rapidez la ordeña de los ductos ya que su operación depende de la comunicación vía telefónica o radio, de estación a estación.

Con este método utilizado en los 47 sistemas que conforman la Red Nacional de Ductos, los operadores de las estaciones monitorean las presiones y flujos en busca de anomalías, pero no cuentan con una perspectiva de línea general en tiempo real, por lo que una vez detectadas las extracciones no medidas, puede tomarle al personal hasta 24 horas cancelarlas, tiempo suficiente para la ordeña.

Si bien este informe pudiera pretender deslindar responsabilidades del personal técnico y atribuir la ordeña a la falta de recursos y equipos modernos, es evidente que los ladrones de combustible no pueden saber – por su cuenta- por dónde cruzan los ductos, qué circula por estos y a qué hora, con el fin de rentar terrenos o bienes inmuebles estratégicos cercanos a los tubos para hacer perforaciones clandestinas y extraer lo que se roban.

De manera que alguien les proporciona información que debiera ser confidencial por seguridad nacional, la cual es manejada por servidores públicos que es muy probable sean parte de esta red pues se benefician del ilegal negocio. Además se requiere que la red se expanda a concesionarios de gasolineras que le hacen el caldo gordo a los ladrones al comprárselas a un menor precio y sin factura para quedarse también con una tajada de lo robado.

Claro que hay coludidos desde muchos años atrás, si no cómo el grupo guerrillero EPR pudo colocar y hacer estallar en el 2007, bombas en ductos clave como los de Veracruz, Guanajuato y Querétaro que, entre otros daños, afectaron a miles de empresas en el país.

Claro que la corrupción no es novedad en torno a PEMEX cuando sigue al frente de su sindicato un cacique como Carlos Romero Deschamps quien ha realizado desfalcos millonarios de recursos públicos como el tristemente célebre PEMEX-gate para apoyar la campaña presidencial del PRI en el 2000.

Me anima que el gobierno federal tome cartas en el asunto e investigue a fondo quiénes orquestan y ejecutan estas acciones que como muchas otras, despojan, saquean y desfalcan al país.

No sé si algún día la corrupción se extinga del todo, pero me congratulo de los esfuerzos actuales por combatir al crimen organizado que ha crecido por la protección y complicidad de autoridades en todos los niveles de gobierno y por estas investigaciones en torno a PEMEX que no deben quedarse en un intento sino llegar a fondo para que los culpables paguen su cinismo y el profundo daño que causan a todos los mexicanos.

En lo personal, analicemos las pequeñas prácticas de corrupción que muchos ciudadanos realizan porque los grandes corruptos no empezaron con grandes negocios, sino con prácticas sencillas como la piratería, la mordida a los agentes de tránsito, “la corta” para agilizar un trámite, y tantas otras que por pequeñas que parezcan no dejan de ser el germen de la corrupción. Ayudemos todos a combatirla.

martes, 4 de agosto de 2009

El “tapado” de Marín


Por los medios de comunicación pudimos enterarnos que el fin de semana el gobernador Marín citó en casa Puebla a los aspirantes de su partido –el PRI- a sucederlo en el gobierno estatal. Según las crónicas periodísticas los invitados fueron a que el gobernador les leyera las reglas del procedimiento para elegir a su abanderado. Nada nuevo, el dinosaurio del PRI, a la vieja usanza dejó entrever que los 5 citados pueden ser el objeto que su dedo señale y por lo tanto el candidato oficial del tricolor.
Sin embargo los allí presentes, los medios de comunicación y cualquiera que sepa un poco de política sabe que solo hay uno y que desde hace mucho tiempo trabaja para la candidatura con la venia, consentimiento y aprobación de Mario Marín, todos saben que el gober precioso tiene su “tapado”.
Ingrato papel tuvieron que hacer los idiotas útiles que fueron convocados solo para legitimar el proceso: Víctor Hugo Islas, Jesús Morales Flores, Alberto Amador Leal y Enrique Doger Guerrero, así como los convidados de piedra Alejandro Armenta Mier y Paloma Guillén Vicente.
La costumbre del tapado y el consecuente dedazo tienen viejas raíces en la historia de México que no se remonta solamente a la historia del PRI, ya Don Adolfo Christlieb Ibarrola en su columna de Excélsior del 12 de julio de 1969 nos relataba algunas de ellas y en especial se refería al hallazgo que Chávez Orozco realizó en el Archivo de la Nación, unos cargos formulados en 1564 contra autoridades indígenas de la Ciudad de México en las que se imputa que “los dichos alcaldes y regidores tienen de costumbre cada año, al tiempo de elegir alcaldes nuevos que an de ser de aquel año, y regidores y alguaziles, los escogen entre ellos secretamente, sin entrar sobre ello en cabildo, y escogen los que son de la condición dellos… por mejor poder con los tales hacer sus bellaquerías porque los tales les encubren…” Los acusados alegaron que “los alcaldes puestos para la buena administración en el dicho partido de México, son personas muy bastantes, experimentadas en negocios, mayormente de los naturales desta tierra, elegidos con todo acuerdo y deliberación, sin afición ni pasión, sino eligiendo los más ábiles e suficientes, aprovados como siempre se ha hecho por el muy ilustre Visorrey, por manera que aunque no sepan leer ni escrebir hace poco al caso, porque por su habilidad en lo concerniente a los negocios de yndios, dan buen despacho, por la esperiencia que tienen de negocios…”
Igual que hace 445 años el PRI sigue el camino de la más rancia tradición de los naturales de esta tierra; dentro de muy pocas lunas veremos como el señor de los Popolocas ungirá como candidato al príncipe de los Chamulas.
¿Como pretendemos rescatar a la política del descrédito popular con estas formas antidemocráticas y simulaciones que ofenden la inteligencia de los ciudadanos?.
Pero cuidado, estas formas del PRI, pueden ser imitadas por otros partidos y entonces el descrédito no será exclusivo de los tricolores. Esta tentación se extiende al PAN con sus recientes importaciones de formas y personajes que han sido parte de la debacle electoral reciente.
Si queremos ser un país que viva a plenitud su democracia tenemos entonces que hacer nuestra esta forma de vida, no solamente en el proceso deliberativo de los candidatos y después de los gobernantes; la democracia inicia en la capacidad de participar en las decisiones de la comunidad desde nuestro barrio o colonia, pasando por nuestro sindicato o asociación civil en el que participemos. Pero además no se agota con el derecho a votar y ser votado, debe también gozar de un clima de libertades para ser informado, pedir cuentas, no ser intimidado y tener instituciones que garanticen estos procesos y que castiguen a quien infringe las reglas.
El reto de los partidos políticos está en poder motivar a los ciudadanos a participar en la vida democrática de México y que se perciban los beneficios que conlleva este sistema contra las dictaduras, las monarquías u otras formas de gobierno.
¿Pero qué incentivo puede promover el tapadismo y el dedazo? Solo la abstención y el repudio de la política.
El PRI ya tiene a Javier López Zavala como su tapado, porque como está consignado “…aunque no sepa leer ni escrebir hace poco al caso, porque por su habilidad en lo concerniente a los negocios de yndios, dan buen despacho, por la esperiencia que tienen de negocios…”