martes, 27 de julio de 2010

Aplaudirán como focas


En la columna Templo Mayor del periódico Reforma de ayer lunes 26 de julio, aparece un trascendido en que según este importante periódico de circulación nacional, el gober precioso “no quiere rendir su último Informe de Gobierno ante un Congreso que no esté a modo.” Pues ahora si le falló al Reforma pues esa parte ya la tiene resuelta Mario Marín.

Resulta que los nuevos diputados locales entran en funciones el 15 de febrero del próximo año y que la conformación de la Cámara local no le favorece al PRI pues ahora los diputados de la Coalición Compromiso por Puebla serán mayoría, entonces de acuerdo al primer párrafo del artículo 53 de la Constitución del Estado de Puebla, Mario Marín debería asistir a la apertura del primer Periodo de Sesiones Ordinarias de cada año (en este caso el 15 de enero) y presentar un informe por escrito en el que manifieste el estado general que guarda la administración pública estatal del ejercicio anterior.

Sin embargo el segundo párrafo del mismo artículo le perdona a Marín el mal trago y le ofrece la salida: “En el año de conclusión de la administración constitucional del Ejecutivo del Estado, el informe a que se refiere el párrafo anterior, podrá ser presentado por el Gobernador dentro de los primeros quince días del mes de enero del mismo año. Esto significa que el último informe de Marín lo va a presentar ante este Congreso con mayoría priísta, conformado por sus incondicionales, genuflexos y obedientes corifeos como: Luis Alberto Arriaga Lila, Pablo Fernandez del Campo Espinosa, Humberto Aguilar Viveros, José Othón Bailleres Carriles y hasta su hermano Enrique Marín Torres, quienes seguramente le aplaudirán como las focas a su entrenador cuando les ofrecen pescadito.


Ya empezaron las maniobras para salvarle el pellejo a Marín de la horca, en el Congreso estatal la semana inmediata siguiente a que el PRI perdió las elecciones, se apresuraron a aprobarle al gober precioso las cuentas públicas de 2009, sin discusión, sin revisión, sin la posibilidad de examinarlas. La primera quincena de enero le aprobarán todo 2010 y están viendo cómo hacer para también dejar planchado el mes de enero de 2011 mediante una reforma o lo que sea necesario.

Están desesperados, saben que los excesos cometidos no se pueden tapar tan fácilmente, pero desde Casa Puebla las órdenes son implacables: hagan lo que se tenga que hacer, pero Marín tiene que estar blindado.

Al mismo tiempo el ejecutivo del estado se prepara para premiar a sus incondicionales regalando 9 notarías, se especula que uno de los premiados será el primogénito del mismo gobernador. Ya veremos.

Como lo comentamos en este mismo espacio hace dos semanas, el gobierno de Marin como el de Ulises Ruíz en Oaxaca quieren dejar el campo minado a sus sucesores, entregando plazas de base a una cantidad impresionante de burócratas, entregando concesiones de transporte público y nuevas placas de taxis, vendiendo bienes propiedad del gobierno, nombrando jueces y renovando a todos los miembros del poder judicial que están próximos a su jubilación y gastando hasta el último peso para que la nueva administración se las vea negras.
Los actuales diputados locales del PRI que podrían pasar a la historia por velar que no se cometan estos y otros excesos, que podrían ocupar un destacado lugar en la historia democrática de Puebla pidiendo cuentas al gobernador y no prestándose a esas maniobras en contra de los gobernados, no tienen los tamaños para impedirlo. Los diputados priistas se irán quince días antes que Mario Marín y pasarán al panteón del oprobio, la ignominia y la deshonra.

martes, 13 de julio de 2010

Los obstáculos de la transición


A 9 días de la jornada electoral y a 48 horas de que Rafael Moreno Valle recibiera su constancia de mayoría que lo acredita como gobernador electo, no se han visto señales claras del gobernador Mario Marín de tender líneas de acercamiento con quien será su relevo y tampoco un mensaje a la sociedad de que el relevo será terso y transparente.

Era de esperarse, Marín no es un demócrata es un gandalla y pertenece a esa generación de dinosaurios priistas que consideran que el poder público es suyo, es su patrimonio. Seguramente no acaba de rumiar su derrota y se resiste a entablar un diálogo respetuoso y a tender los puentes necesarios para que los ciudadanos no se vean afectados por el cambio de estafeta.

Un defecto de nuestra legislación es que no precisa los términos para una transición ordenada y completa, transparente y eficaz. Por el contrario la norma es muy vaga al no precisar plazos y métodos, formas y requisitos. Moreno Valle ya lanzó una primera señal el pasado domingo mientras recibía su constancia al declarar que no habría obstáculos para que Marín concluya su gestión correctamente. Sin embargo la señal no tuvo respuesta.

Al mismo tiempo Ulises Ruíz, mandatario oaxaqueño, el otro gobernador del PRI que corrió la misma suerte que Marín al ser repudiado por los electores y derrotado su delfín, maniobra también para impedir una transición democrática y transparente en la vecina entidad, se conoció hoy que Ruíz pretende en estos meses que todavía tiene el poder, de endeudar mas a Oaxaca, entregar concesiones de transporte público a sus incondicionales y basificar a mas de cinco mil trabajadores al servicio del estado.

Será necesaria más presión y participación ciudadana para evitar que Marín y sus compinches hagan lo mismo en Puebla, no sería raro ni extraño que emulando a sus antecesores (Melquiades, Bartlett, Piña y un largo etcétera) entregara nuevas Notarías a sus incondicionales amigos; tampoco sería de extrañar que en estos siete meses y medio Marín pretenda entregar también concesiones de transporte, placas de taxis, basifique personal para dejar minada la administración pública y pretenda vender vía fast track terrenos y bienes públicos (recordemos como Enrique Doger vendió más de 200 automóviles del Ayuntamiento en calidad de chatarra).

Hay que estar muy al pendiente también de la chimenea de Casa Puebla, no sea que la quema de documentación para desaparecer pruebas empiece a trabajar por las noches.

Habrá que cuidar también que no formateen los discos duros de las computadoras, que no extraigan información o la hagan perdediza. Los funcionarios públicos del gobierno estatal y también de los gobiernos municipales deberán ser garantes de la custodia de esos bienes públicos y denunciar cualquier intento por destruir, desaparecer o hacer mal uso de todo aquello que es propiedad del estado, del gobierno, no de una pandilla de bribones que ya va de salida.

Así como en el gobierno estatal se requiere de un proceso transparente de entrega recepción, en los 217 municipios y en el propio Congreso local todos los que se van deben hacer una entrega pública y detallada. Ese será un buen inicio o el principio de las responsabilidades que según la ley habrá que cobrar a los que no entreguen o a los que se quieran robar algo. Estemos vigilantes.

lunes, 5 de julio de 2010

La nueva ruta


Las elecciones que se realizaron el pasado domingo en 15 estados para elegir a dos mil representantes populares entre gobernadores, diputados locales, alcaldes, síndicos y regidores, me hacen reflexionar acerca de las reglas electorales y las circunstancias que rodearon este super domingo electoral.

A lo largo de la historia reciente en México, desde los partidos de oposición al PRI se ha pugnado por tener reglas electorales que permitan una equitativa y justa contienda electoral que legitime a las instituciones, a los procesos y a los gobernantes electos.

En años recientes se han logrado con muchos esfuerzos y a un costo muy elevado a nivel federal, desde un padrón electoral con fotografía, una credencial de elector, un árbitro electoral ciudadanizado que organiza las elecciones y un tribunal electoral entre otras cosas que han permitido elecciones más competitivas y la alternancia política pacífica. Sin embargo a nivel local los gobernadores, principalmente los del PRI han cerrado sus feudos con normas jurídicas e instituciones electorales que hacen más inequitativas e injustas que nunca las contiendas electorales.

El proceso electoral que vivimos en Puebla y que aun no termina pues está en la etapa de cómputo e impugnaciones es el mejor ejemplo del agandalle de los gobernadores priístas, usted sabe estimado lector que el Instituto Electoral del estado y el Tribunal estatal Electoral están controlados por el sistema PRI-gobierno marinista que junto con la insolente, agresiva e ilegal operación electoral orquestada por las huestes marinistas dieron por resultado una contienda inequitativa en grado superlativo para cualquiera que se ponga enfrente.

En la jornada del pasado domingo los priístas revivieron las prácticas violentas que parecían parte de un oscuro pasado antidemocrático ya superado y que los más jóvenes electores solo conocían por los relatos de sus abuelos. Grupos de golpeadores amedrentaban a la oposición como en aquellas contiendas de Villa Escalera contra Murad; no se había vuelto a ver que en la capital grupos de porros rompieran medallones de autos y golpearan a los opositores con total impunidad como sucedió este domingo con los priístas que irrumpieron en las oficinas del candidato a diputado por el primer distrito Jesús Zaldívar en el distrito uno de la Alianza Compromiso por Puebla. Desde el día anterior a la jornada comicial grupos de policías judiciales y de la metropolitana acompañaban a funcionarios municipales de Protección Civil dependientes de la Alcaldesa Blanca Alcalá para clausurar negocios de simpatizantes panistas y del gobierno federal. Desde bodegas del programa Oportunidades, tiendas de radiocomunicación y hasta el estadio Cuauhtémoc fueron blancos de su selectiva labor de persecución política.
Sí, la alcaldesa que aparenta no matar una mosca se prestó al antidemocrático juego de ser garrote político.

A esto se debe agregar el uso de las policías municipales y de transito que durante toda la campaña amedrentaron, amenazaron y persiguieron a todos los concesionarios de transporte que no se alineaban con los candidatos del PRI y especialmente con Zavala. Recordemos cómo no dejaban salir de sus bases a los vehículos que portaban propaganda de Rafael Moreno Valle y como bloquearon muchos autobuses que transportaban adeptos al cierre en el estadio de fut bol de la Alianza opositora

No podemos olvidar el desbordado uso de recursos en las campañas priístas que superan con mucho los topes de campaña establecidos en la ley, las despensas, el cemento, las laminas, los tinacos, los útiles escolares, las playeras, las bolsas y toda clase de artículos utilitarios. Además del uso discrecional y electoral de los programas sociales marinistas y lo más sofisticado como la publicidad en internet, en las redes sociales y el chayote.

Mención especial debe hacerse de los medios de comunicación en Puebla, la gran mayoría de ellos al servicio del sistema PRI, muchos columnistas también formando parte de esa maquinaria que mas que periodistas son un engranaje de ese sistema corrupto y corruptor que manejó durante toda la campaña cifras de encuestas que solo favorecían a los candidatos del PRI por muy amplio margen así como entrevistas a modo pagadas o descontadas de los convenios gubernamentales. El SICOM, sistema estatal de radio y televisión, es la mejor muestra de lo que no es la función social de una concesión otorgada al servicio de la comunidad.

Pero ni con todas estas mañas y mucho más que implementaron Marín, Zavala, Armenta, Montero, Mesa y demás compinches fue suficiente para detener una decisión ciudadana de hartazgo y rechazo a esta pandilla.

La violencia verbal y física que implementó el PRI gobierno es una mala semilla que hay que desterrar, no podemos combatir por un lado al crimen organizado y por otro lado usar estas prácticas desde el gobierno en contra de los opositores.

Puebla está de fiesta, es momento de alternancia, que no podemos desaprovechar. Es el momento de profundas transformaciones legislativas, institucionales, gubernamentales, de relación entre partidos políticos, cuerpos intermedios, universidades, empresarios, medios de comunicación y ciudadanos. No es solamente la hora del nuevo gobiernos estatal, es también la hora de transformar las instituciones de Puebla. En hora buena gobernador Rafael Moreno Valle, alcalde Eduardo Rivera Pérez, diputado Juan Carlos Espina von Roehrich y todos las demás autoridades electas, es hora de emprender la nueva ruta, tan esperada y tan necesaria. Los ciudadanos ya decidieron, no quieren más impunidad, manos a la obra.


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