martes, 28 de octubre de 2008

Celebremos el Acuerdo

Por José Antonio Díaz García*
Hoy martes los diputados federales votaremos los siete dictámenes de la Reforma Energética que el sábado pasado se aprobaron en comisiones y el jueves de la semana anterior votaron a favor 114 senadores, de los 119 presentes en la sesión, incluyendo a 21 de los 26 perredistas de la Cámara Alta.

Los opositores a la reforma fueron seguidores de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien hace ocho días declaraba estar de acuerdo con la reforma al haber sido incluidos puntos propuestos por el Frente Amplio Progresista; incluso los intelectuales adheridos al Movimiento por la defensa del Petróleo, también manifestaron su aprobación a la versión corregida.

Pero a los miembros de una izquierda razonable no les duró mucho el gusto de estar en acuerdo con AMLO, porque el jueves por la mañana los adelitos y adelitas organizaron plantones y movilizaciones para exigir la inclusión de un punto que no quedó incorporado. López Obrador no pudo sostener sus palabras del martes donde reconocía los acuerdos. Quizá porque sin banderas para protestar, su movimiento ya no tendría razón de ser. “Me opongo, luego existo”, parece ser su alimento para sobrevivir.

Ahora solicita una audiencia en la Cámara de Diputados: ¿Por qué no acudió a ninguno de los 22 foros que él mismo promovió a los que asistieron técnicos, juristas, expertos, políticos, ingenieros, ambientalistas y que aportaron información sustancial y plural sobre el tema energético.? El Congreso Mexicano no puede ni será rehén de nadie.

Queda claro que a este personaje no le interesa el petróleo ni PEMEX, lo que le interesa es mantenerse vigente a costa de lo que sea, incluso sobre el futuro de México.

Paralelamente a los foros, hubo intensas negociaciones entre los partidos las cuales arrojaron un acuerdo muy valioso que permitirá fortalecer a Petróleos Mexicanos (PEMEX), protegiendo la soberanía y potenciando esta industria en beneficio de los mexicanos.

En toda negociación, se discuten coincidencias y divergencias logrando la construcción de acuerdos, cediendo y buscando alternativas. Obviamente la reforma no es exactamente la que propuso el Presidente Calderón, ni es cien por ciento la que propuso el PRI, el PAN o el PRD, sino que incluye diversas propuestas. No es la reforma necesaria y completa, pero es la reforma posible. Ese es el verdadero espíritu de la democracia y la función más importante de un Congreso: lograr acuerdos, construir soluciones a los problemas del país incluyendo la opinión y el punto de vista de todos.
A pesar de ser uno de los temas más polémicos en los últimos años ha sido el que ha logrado también uno de los mayores consensos.

Los dictámenes que hoy votaremos son una parte de la reforma energética pero sin duda significan un avance trascendente porque le da mayor autonomía a PEMEX, liberándolo de amarras que han impedido su crecimiento y que redundará en un mejor manejo de nuestros recursos petroleros.

No es una reforma Light. Es una reforma que logra los objetivos principales para fortalecer a PEMEX pues la mejor forma de defender el pleno control del petróleo es fortaleciendo esta institución.

La reforma permitirá acceder a tecnología de vanguardia para desarrollar al sector y proveerá de mayores recursos al país a través de inversiones que generen empleo, dinamicen la economía y generen competitividad, sobretodo ante un escenario financiero mundial crítico como en el que nos encontramos.

A la par de la reforma, se construirá una nueva Refinería, la primera desde 1979. Inversión de entre 9,000 y 10,800 millones de dólares. La ejecución del proyecto permitiría generar entre 41,400 y 48,300 empleos, entre directos e indirectos, durante las fases de ingeniería y construcción, y de 1,000 a 1,400 de manera permanente. Con el proyecto de la nueva refinería, la producción de gasolinas se incrementaría aproximadamente 142 millones de barriles diarios (mdb) y la de destilados intermedios 94 mdb.

La reforma permitirá entre otros avances, que los mexicanos cuenten con los combustibles necesarios para realizar sus actividades productivas reduciendo la dependencia con el exterior en materia de importaciones de gasolina y productos refinados.

Contempla la creación de un programa para fomentar el contenido nacional en las adquisiciones de PEMEX (con el apoyo de Nafinsa) y otro para ofrecer precios competitivos en materia de insumos para fertilizantes.

Se fortalece la empresa con la incorporación de consejeros independientes (que deberán ser ratificados por el Senado) y se faculta al Comité de Transparencia y Auditoria a revisar el desempeño de PEMEX.

Además con la entrada de los bonos ciudadanos y la creación de figuras como el Comisario, que verá por los intereses de los tenedores de bonos, se fomenta la transparencia. Asimismo, se informa al Congreso a través de diversos instrumentos, sobre el desempeño de PEMEX.

La reforma también prevé la creación de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, que será un órgano desconcentrado de la Secretaría de Energía y funcionará como brazo técnico en materia de exploración y producción, acorde a las mejores prácticas internacionales en la industria petrolera.

Estos son algunos de los beneficios que traerá la reforma más discutida en muchos años de historia; una reforma que esperó largo tiempo; que los gobiernos priístas no se atrevieron a realizar; una reforma planteada con valentía por el presidente Felipe Calderón; una reforma planteada por un gobierno emanado del PAN; una reforma alcanzada con un amplio acuerdo al que han acudido todas las fuerzas políticas y es de celebrarse.

Comentarios en diazgarcia2020@gmail.com
*Diputado Federal del Partido Acción Nacional

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