Por José Antonio Díaz García*
El domingo pasado hubo elecciones en las 651 juntas auxiliares del estado de Puebla. Conforme lo marca la Ley Orgánica Municipal, se renovaron las 17 con las que cuenta la capital.
El esquema actual de las juntas auxiliares en el municipio de Puebla, data de 1964 y ahora que han pasado las elecciones para el siguiente periodo de 3 años, cabe reflexionar la vigencia de mantener este sistema que fue concebido para ayudar a gobernar a los pueblos formados fuera de la cabecera municipal y que hoy muchos de ellos siguen atrasados, -aún dentro de la mancha urbana- lejos del desarrollo, propiciando vergonzosos cacicazgos al amparo de la ley y simulando elecciones ciudadanas, aparentemente alejadas de los partidos políticos, pero con las manos metidas de sus representantes.
En la nueva democracia mexicana, es necesario revisar el entramado jurídico orquestado durante 70 años de cacicazgo priísta, el cual sigue vigente y al servicio del sistema (PRI-gobierno) para mantener -como es el caso de las juntas auxiliares- con migajas de poder a los cacicazgos de pueblos y barrios.
Mi propuesta es muy concreta, primero revisemos la razón de mantener un esquema de cuarto nivel de gobierno; una vez definido, acotemos a dónde y cómo. Es decir no necesariamente las 651 juntas auxiliares actuales, tienen justificación de continuar como tales. Es el caso del municipio de Puebla, donde San Baltazar Campeche, Zaragoza y la Libertad son barrios y colonias completamente absorbidos y rodeados por la mancha urbana y que, desde mi punto de vista, deben ser transformados en delegaciones urbanas y no darles un trato discriminatorio.
Sin embargo existen otros pueblos que deben ser reconsiderados para convertirse en municipios autónomos ya que su identidad, distancia de la cabecera y otras cuestiones les impiden desarrollarse por tener el estatus de junta auxiliar.
Tal es el caso de San Miguel Canoa (12,896 hab.), la Resurrección (7,749 hab.) y San Andrés Azumiatla (7,671 hab.); estos pueblos han conservado sus tradiciones, lengua y cultura y nada comparten en estos aspectos con la capital poblana. Por su conformación indígena, estas comunidades obtendrían más recursos como municipios independientes que siendo parte de una cifra global que diluye su estatus.
Esta afirmación la comprobamos al comparar algunos datos sobre el desarrollo de la Junta Auxiliar de San Miguel Canoa y la Capital: mientras que en todo el municipio de Puebla, el promedio de escolaridad es de 9.59 años de estudio, en San Miguel Canoa encontramos que apenas alcanza el 4.36; en el rubro de empleo la capital tiene una tasa de desempleo del 3.14% mientras que en San Miguel Canoa representa el 16.4%; la población Indígena en la capital representa el 1.7% de la población total y en San Miguel Canoa es del 78%.
El Código Reglamentario para el municipio de Puebla , en su artículo 108 dice: “Las Juntas Auxiliares son entidades desconcentradas del Ayuntamiento previstas en la Ley Orgánica Municipal del Estado de Puebla y serán electas mediante plebiscito bajo los términos del procedimiento señalado por la misma Ley, para el gobierno de los pueblos del Municipio”. Aquí tengo dos comentarios: primero no es estrictamente un plebiscito el que se realiza para elegir a las Juntas y segundo no “gobiernan los pueblos” dado que esa facultad la tiene solo el Ayuntamiento.
Es por ello necesario considerar la posibilidad de revisar la razón de ser hoy en día de las Juntas Auxiliares, revisar las existentes y tomar decisiones, tales como: creación de nuevos municipios, transformación a delegaciones urbanas y nuevas juntas auxiliares.
Las facultades y obligaciones de las juntas auxiliares, previstas en la Ley Orgánica Municipal son las de prestar servicios públicos, construir obras, velar por la seguridad de la circunscripción, todas ellas tareas propias de un municipio, pero sin la facultad política y económica para asumir estas responsabilidades y sin presencia en el Cabildo para llevar a la mesa las necesidades y aportaciones de sus gobernados.
Es increíble que aunque la junta auxiliar es más cercana al ciudadano que el propio municipio que de por sí es el nivel de gobierno que atiende de forma más directa los servicios básicos y cotidianos de la población, no tenga un lugar en el ayuntamiento donde se discuten y decide el futuro de las comunidades. Se debería explorar la posibilidad de un cabildo conformado por regidores electos en esos pueblos, de manera que tengan total representación en el gobierno municipal, no se trata de repartir migajas de poder, se trata hoy en día de conformar gobiernos más plurales y con representación legítima de la comunidad.
El hecho de que sean los Ayuntamientos los que establezcan las reglas y procedimientos del proceso electoral también debe ser revisado y transformado urgentemente. A nivel nacional y también estatal existe un instituto electoral y 32 organismos electorales ciudadanizados que son los árbitros electorales, todo ello como resultado de los abusos y trampas realizadas por el árbitro electoral gubernamental. Sin embargo aquí las elecciones las sigue organizando el Ayuntamiento. Tenemos un instituto electoral en el estado que nos cuesta a todos los ciudadanos poblanos muchos millones de pesos, que sean ellos los organizadores.
Recordemos como hace 3 años los mapaches electorales del Ayuntamiento encabezado por Enrique Doger Guerrero generaron un clima de inestabilidad por su mañosa intervención en las elecciones que terminaron con serias protestas sociales que fueron reprimidas por la policía municipal antimotines con las ya célebres balas de goma.
El tema está puesto: urge legislar a nivel local para desahogar estas paradojas que dificultan el desarrollo de las comunidades dejándolas en la marginación y el aislamiento económico y social, pero controlándolas en el aspecto político. Ese es el objetivo de los conservadores priístas. Y los tímidos diputados locales priístas que controlan el Congreso no tienen la menor intención de hacerle olas al gobernador con una revisión a fondo que no aguanta posponerse más. El PAN no quitará el dedo del renglón, vamos a impulsar una nueva legislación de las Juntas Auxiliares.
Varios Pueblos cuentan ya con planes para lograr una independencia pacífica dentro de los cauces de la ley. Sólo por mencionar algunos Metepec en Atlixco; Chipilo en Atzompa; Xalmimilulco en Huejotzingo; la Ceiba en Xicotepec; Atencingo en Chietla; Palmarito en Quecholac; Cuacnopalan en Palmar de Bravo y por supuesto San Miguel Canoa, Azumiatla y la Resurrección en Puebla. Hay que escucharlos y tomar definiciones antes de que la vía violenta sea su opción.
Comentarios: diazgarcia2020@gmail.com
*Diputado Federal del Partido Acción Nacional
1 comentario:
muy buen articulo
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