Pues resulta que sin escuchar razones de nadie, ni de los Consejeros que se lo hicieron saber hasta por escrito, ni de diversos líderes de opinión, ni de vecinos, ni de nadie, la Alcaldesa se lanzó a echar la obra para adelante. Para su mala suerte, la falta de capacidad de la empresa contratista y la falta de supervisión del Ayuntamiento quien es finalmente el responsable de la obra, el fin de semana se vinieron abajo dos árboles a los que se les había quitado el soporte y al caer dañaron un coche y lastimaron a dos personas que estaban en el lugar.
Ya que se inició la obra y que se generan más animadversiones a la obra, es cuando de emergencia se atiende a los Consejos Consultivos, se escucha a los expertos, se atiende el clamor de los ciudadanos afectados y ahora recula el Ayuntamiento. Según lo apunta la reportera Claudia Aguilar, “la autoridad ofreció adecuar el proyecto con las observaciones realizadas tanto por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como por los consejeros ciudadanos.”
Según esa misma nota periodística “entre las observaciones preliminares que la autoridad deberá tomar en cuenta a la hora de continuar con las obras del Paseo Bravo fueron señaladas cuatro: no al cierre de calles aledañas al parque, preservación de las áreas verdes y monumentos, restauración integral del alumbrado público y de la red hidráulica, y la no demolición del ex acuario.” ¿Para qué quiere la Alcaldesa a los Consejeros Ciudadanos si no les hace caso? Que falta de respeto.
Lo comentamos hace más de un mes en este mismo espacio, ahora el secretario de obra municipal determinó con los Consejeros que el día 9 de agosto, el gobierno municipal presentará el boceto final del proyecto denominado "Corredor Gastronómico Bicentenario." Este Corredor contempla el nuevo mercado que se construye en el predio Matanzo y que se enfocará a presentar mejor a los turistas y a los poblanos que gustamos, las famosas cemitas, una de las joyas gastronómicas de nuestra ciudad.
Precisamente hace unos quince días fui al mercado Venustiano Carranza que se ubica en la 4 Poniente entre la 11 y 13 norte en busca del mencionado manjar poblano, al mismísimo negocio del “As de Oros;” mientras me preparaban mi cemita con milanesa, quesillo, aguacate, cebolla, y chipotle pero sin pápalo, le cuestionaba a los que atienden el negocio ¿que sabían? del corredor gastronómico del que serían parte y que les afectará para bien o para mal. La respuesta fue parca pero contundente: “mire al final de cuentas son intereses de los políticos y nosotros somos los afectados, esperemos que sí funcione y que no sea solo para tranzarse la lana.” Así me contestaron.
Pues aquí tiene estimado lector las percepciones de diferentes sectores de la sociedad: los mercaderes no están convencidos y los expertos que conforman los Consejos consultivos están en contra. No se trata de oponerse al progreso como lo expresó Doña Blanca Alcalá, de lo que se trata es de la falta de transparencia en un proyecto que afecta una parte muy sensible de nuestra ciudad, un nodo, un símbolo histórico, un ícono: El Paseo Bravo.
Hago votos para que las adecuaciones que se hagan al proyecto satisfagan las dudas de los expertos, para que se recupere no solo la dignidad del Paseo Bravo sino también la credibilidad de la Alcaldesa que se va.
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