Después de la derrota electoral del PRI en las elecciones presidenciales de 2006 con su candidato Roberto Madrazo Pintado, en que obtuvieron el tercer lugar muy atrás del PAN y del PRD, la cúpula priísta incluyendo un importante número de gobernadores, iniciaron la construcción de la candidatura de Enrique Peña Nieto.
En este proceso los viejos lobos del PRI aprovecharon la ventana de oportunidad de un PRD que no utilizó adecuadamente su peso en el Congreso Federal y se convirtieron en la necesaria mayoría para que el presidente Calderón pudiera primero tomar posesión del cargo y después sacar adelante desde los presupuestos de egresos de cada año hasta cada una de las reformas constitucionales y legales, cobrando un elevadísimo costo en prebendas y concesiones para el aparato y los gobiernos priístas.
Los estrategas detrás de Peña Nieto apostaron para conseguir la candidatura de su partido, por el madruguete ad intra que tan buenos resultados le dio a Fox dentro del PAN, para evitar el desgaste de una elección interna que los dividiera. Sin embargo la ruta trazada ha tenido contratiempos. El primer obstáculo es el tiempo, cuando con tanta anticipación Peña Nieto (el Gel Boy por el peinadito) se colocó como puntero en las encuestas sin contrincante cercano, de ahí en adelante todo ha sido caer en las preferencias.
Según encuestas publicadas desde 2009, Peña Nieto llegó a tener más del 50% de las preferencias electorales; en las mediciones más recientes después del super domingo electoral del pasado 4 de julio, Peña aún gobernador del Edomex se despeñó a solo 32 por ciento de las preferencias. Este tránsito no fue repentino, lo que más afectó al Gel Boy en su caída fue el caso Paulette, en donde la opinión pública nacional percibió ineficacia, contubernio, falta de autoridad y un mal manejo mediático del gobierno encabezado por el cuasi candidato presidencial priísta.
Ahora la preocupación del equipo de Peña es que al interior del PRI surgen voces que increpan un proceso transparente de selección de su candidato presidencial, pues ya no se percibe tan sólida y única la candidatura del mexiquense, máxime que se espera que en las elecciones para gobernador de ese estado en 2011 (la antesala de la presidencial) una coalición entre PAN y PRD despeñe a Peña y le quite lo invicto. Los enemigos internos del gober peinadito están uniendo esfuerzos para desbancarlo, no descarte que el senador Manlio Fabio Beltrones y el aún gobernador de Veracruz Fidel Herrera Beltrán le pongan todos los obstáculos para que no llegue.
El PAN y el PRD vislumbraron la necesidad de frenar a Peña mediante una alianza en el estado de México y ya están en busca de un candidato común que aunque no sea de ninguno de los dos partidos involucrados ( se especula sobre Alejandro Martí o Juan Ramón de la Fuente como posibles), garantice la suma de votos opositores y la derrota anticipada de Peña Nieto, que ni con la ayuda de su Gaviota ni de los apoyos mediáticos y económicos acumulados se repondría de semejante Knock Out.
Otro sanbenito que le cuelgan a Peña Nieto es que se apostó por los candidatos priistas a gobernadores en Puebla y Oaxaca donde el pasado 4 de julio, el PRI resultó estrepitosamente derrotado, lo que mina aún más hacia dentro y fuera del tricolor la posibilidad de que se caiga la posibilidad de la candidatura sin fracturas y el terso regreso a los Pinos, como final de telenovela que se pretendía vender por episodios como el protagonizado en el Vaticano cuando el Gel Boy le comentó al Papa Benedicto XVI que se quería casar con la artista de Televisa o los foros recién organizados en Toluca donde se discute el futuro del país.
Pero los nuevos capítulos de este culebrón están por escribirse, habrá que esperar a ver como una de las coprotagonistas que aun no aparece en escena, elige ahora a quien entrega su amor. La Maestra puede posicionarse otra vez como el fiel de la balanza, mientras deshoja la margarita sus fieles escuderos se preparan para entrar en escena unos y para prepararse todos a la que será una batalla épica.
Mientras el pueblo a la expectativa.
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