miércoles, 8 de septiembre de 2010

El Apagón Analógico


El pasado 2 de septiembre durante el mensaje con motivo del cuarto informe de Gobierno, el presidente Felipe Calderón, anunció que mediante un decreto publicado ese mismo día se aceleraba la transición de la televisión analógica al sistema tecnológico de Televisión Digital Terrestre (TDT).

Desde julio de 2004, México adoptó el estándar A/53 del Advanced Television System Committee, Inc. (ATSC) para transitar a la televisión digital. Con este nuevo decreto anunciado por el Presidente Calderón se da mayor celeridad a este proceso que originalmente estaba programado finalizarse en 2020. Ahora se debe concretar la transición a la TDT y concluir las transmisiones de televisión analógica a partir del año 2011 y en su totalidad a más tardar el 31 de diciembre de 2015.

¿Qué significa eso para los usuarios comunes que reciben la señal de televisión abierta?

Significa que:

1. El sistema tradicional que conocemos de televisión (analógico) desaparecerá.
2. El nuevo sistema, conocido como Televisión Digital Terrestre (TDT) irá sustituyendo al analógico y por ello los televisores que tenemos en casa deben ser los adecuados para recibir esta señal. (Deberán contar con sintonizador digital)
3. Las transmisiones de la TDT deberán ser de calidad de Alta Definición (HDTV, por sus siglas en inglés) o calidad mejorada (EDTV, por sus siglas en inglés).

Además el uso de la TDT y del formato de Alta Definición (HDTV) “desplegará imágenes de televisión cercanas a lo real con calidad de imagen comparable al cine” como lo explica el Órgano regulador de las telecomunicaciones (COFETEL) en su página de internet.

Los televisores actuales que tienen un sintonizador analógico requerirán de un decodificador para poder recibir la señal digital y transformarla, sin embargo perderán mucha calidad al no poder ver las imágenes con calidad digital.

El nuevo estándar de TDT hace un uso más eficiente del espectro radioeléctrico, que es el espacio por donde se transmite y circulan las señales de radio, televisión, etcétera y que es un bien finito administrado en nuestro país por el Estado Mexicano a través de la Secretaría Federal de Comunicaciones y Transportes (SCT).
En este nuevo sistema (TDT) la señal de televisión se compacta y se puede entonces lograr plena convergencia al incorporar en este mismo espacio del espectro, otros servicios de telecomunicaciones como telefonía e internet.

Al dejar de utilizar el sistema analógico, el actual espacio del espectro que se utiliza para la televisión se libera y puede ser licitado para su uso en servicios de telecomunicaciones. Esto permitirá que nuevos proveedores del servicio de televisión abierta puedan participar en proporcionar a los televidentes más opciones que democraticen los medios de comunicación y que no tengamos únicamente dos visiones de lo que pasa en nuestro entorno, las visones particulares de Televisa y de Televisión Azteca.

En el decreto que publicó el Presidente Calderón el pasado 2 de enero se prevé que la Secretaría de Economía expedirá disposiciones para que los receptores de televisión que se vendan en México cuenten con la capacidad de sintonizar canales de televisión digital transmitidos conforme al estándar A/53 de ATSC y que la PROFECO deberá diseñar campañas de difusión para que los consumidores cuenten con los receptores o decodificadores adecuados. Sin embargo mientras eso sucede le recomiendo que si usted va a adquirir un aparato de televisión se cerciore de que cuente con este sintonizador digital pues de otra manera será obsoleto en muy poco tiempo. Además que cuente con resolución de Alta definición (HDTV) pues de otra manera estará recibiendo una mejor señal pero no podrá verla con esa calidad. Tenga usted cuidado pues en otros países donde ya se dio el apagón analógico, ya prohibieron la venta de televisores analógicos y por eso en México hay tremendos descuentos y ofertas de estos televisores chatarra.

Las nuevas tecnologías como la TDT abren la posibilidad de democratizar los contenidos televisivos y abrir la ostra que sigue siendo un freno a la plenitud democrática. Sin embargo será necesaria la licitación del espectro para la entrada de nuevos participantes y que no quede otra vez la producción de televisión en manos de los mismos.

Parafraseando a la jarocha Yuri, ya veremos “que cosa sucede con el Apagón”.

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