La semana pasada reflexionaba en este espacio sobre la historia y vocación del Paseo Bravo, que será objeto de un proyecto de “dignificación” por parte del gobierno municipal que encabeza Blanca Alcalá.
Pues resulta que como consecuencia de esas reflexiones, algunos lectores se dieron a la tarea de escribirme y manifestar su preocupación al respecto. Uno de ellos comenta que conoce el proyecto y que los miembros del Consejo Consultivo del Centro Histórico han manifestado a la Alcaldesa su preocupación por la falta de sustento técnico en la propuesta de reducir el espacio destinado a la circulación vehicular y los cambios en el sentido de las vialidades.
Las calles 11 y 13 sur son arterias fundamentales en la dinámica del transporte público y privado, además específicamente el Paseo Bravo funciona como una estación de transferencia de pasajeros a las diversas rutas. Los estudios que sirvieron de base al proyecto y que fueron realizados por la Dirección de Tránsito Municipal son precarios e insuficientes y no justifican el impacto que tendrá la movilidad en la zona.
La insuficiencia de estacionamiento en la vía pública es otra variable a considerar y el proyecto no solo no contempla sino que afecta al eliminar capacidad de estacionamiento.
No me opongo a la necesidad de darle su arreglada al Paseo Bravo, de componer sus banquetas, de podar sus majestuosos árboles, de sustituir algunos ejemplares plagados por nuevos que renueven el pulmón verde, será necesario modificar el mobiliario por uno nuevo y funcional, pero sin perder identidad, sin perder la esencia de este punto de trasbordo, encuentro, recreación y esparcimiento. Es oportunidad de renovar y recordar la historia de este Paseo, es también oportunidad de que se haga con responsabilidad, apoyado en herramientas técnicas que soporten las decisiones de vialidad, movilidad, estacionamiento, transporte y hasta de área verde.
Será oportunidad de que la Alcaldesa Blanca Alcalá y su coordinador de gabinete Don Javier Ramirez Carranza, hombre inteligente, honesto y prudente presenten a los poblanos un proyecto que convenza, que nos llene el ojo a los ciudadanos y que no sea un yerro mas como el del Jardín del Carmen o el del camellón de la 31 oriente.
Espero poder disfrutar muchos años más de un Paseo Bravo, con frondosos árboles, escuchando sus calandrias y demás aves que anidan en sus copas, con sus globeros, sus vendedores de algodones, sus jóvenes y ancianos disfrutando de sus bancas, en medio del estruendo del trafico de esta metrópoli, de esta majestuosa ciudad de Puebla.
Pues resulta que como consecuencia de esas reflexiones, algunos lectores se dieron a la tarea de escribirme y manifestar su preocupación al respecto. Uno de ellos comenta que conoce el proyecto y que los miembros del Consejo Consultivo del Centro Histórico han manifestado a la Alcaldesa su preocupación por la falta de sustento técnico en la propuesta de reducir el espacio destinado a la circulación vehicular y los cambios en el sentido de las vialidades.
Las calles 11 y 13 sur son arterias fundamentales en la dinámica del transporte público y privado, además específicamente el Paseo Bravo funciona como una estación de transferencia de pasajeros a las diversas rutas. Los estudios que sirvieron de base al proyecto y que fueron realizados por la Dirección de Tránsito Municipal son precarios e insuficientes y no justifican el impacto que tendrá la movilidad en la zona.
La insuficiencia de estacionamiento en la vía pública es otra variable a considerar y el proyecto no solo no contempla sino que afecta al eliminar capacidad de estacionamiento.
No me opongo a la necesidad de darle su arreglada al Paseo Bravo, de componer sus banquetas, de podar sus majestuosos árboles, de sustituir algunos ejemplares plagados por nuevos que renueven el pulmón verde, será necesario modificar el mobiliario por uno nuevo y funcional, pero sin perder identidad, sin perder la esencia de este punto de trasbordo, encuentro, recreación y esparcimiento. Es oportunidad de renovar y recordar la historia de este Paseo, es también oportunidad de que se haga con responsabilidad, apoyado en herramientas técnicas que soporten las decisiones de vialidad, movilidad, estacionamiento, transporte y hasta de área verde.
Será oportunidad de que la Alcaldesa Blanca Alcalá y su coordinador de gabinete Don Javier Ramirez Carranza, hombre inteligente, honesto y prudente presenten a los poblanos un proyecto que convenza, que nos llene el ojo a los ciudadanos y que no sea un yerro mas como el del Jardín del Carmen o el del camellón de la 31 oriente.
Espero poder disfrutar muchos años más de un Paseo Bravo, con frondosos árboles, escuchando sus calandrias y demás aves que anidan en sus copas, con sus globeros, sus vendedores de algodones, sus jóvenes y ancianos disfrutando de sus bancas, en medio del estruendo del trafico de esta metrópoli, de esta majestuosa ciudad de Puebla.
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