Este viernes 30 de abril, festejaremos como es costumbre el día del niño, sin embargo esta celebración esta empañada por el dolor que nos causa la muerte de la pequeña Paulette Gebara en extrañas circunstancias aún no esclarecidas y la muerte también de menores inocentes como consecuencia de la lucha contra el crimen organizado.
Las condiciones de vida a las que hoy se enfrentan los menores están marcadas por la inmediatez de la información, por el uso intensivo de la informática, el video, etc. que además de traer grandes ventajas para el conocimiento, también exponen a nuevos peligros a los más desprotegidos que son las niñas y los niños. Como ejemplo podemos ver la violencia de los videojuegos, las redes de pederastia y pornografía en internet, el ciber bulling, el secuestro, las adicciones, el tráfico de órganos, la trata de personas, etc.
Como adultos no podemos permanecer inermes ante estos peligros que acechan en todas partes del mundo y particularmente en México. En cualquier parte de nuestro país los tentáculos del crimen organizado buscan nuevos clientes o victimas de sus intereses, sin importar edad o posición social. La más reciente encuesta nacional de adicciones (2008), demuestra como el umbral de la edad en la que se inician en las drogas baja año con año, lo que significa que la presión a los menores va en aumento.
Según la referida encuesta “la edad de inicio para el consumo de drogas es típicamente temprana: la mitad de los usuarios de mariguana (55.7%) se inicia antes de la mayoría de edad. La edad de inicio de la cocaína es más tardía: sólo 36.4% la había usado por primera vez antes de los 18 años; esto se observó para 50.8% de los usuarios de drogas. En total, 89.7% de los usuarios de drogas lo habría hecho antes de cumplir los 26 años”.
Esta encuesta también nos da luces sobre quiénes son los que no están expuestos o, estando expuestos a la oportunidad de usar drogas, no las consumen; la respuesta más sólida es: la escuela y principalmente la familia.
“La exposición a drogas es menor si se está en la escuela: a 12.2% de quienes tienen entre 12 y 25 años y son estudiantes le han ofrecido mariguana regalada; esto le ocurre a 19.1 de quienes ya están fuera de la escuela. Además, en quienes están estudiando es menos probable que haya un progreso de la oportunidad al uso y de la experimentación al uso continuado. La misma situación se observa en relación con la familia: a 85% de quienes viven en familia, incluida la uniparental, no le han ofrecido drogas regaladas, mientras que esto le ha ocurrido a 80% de quienes no viven en familia. Además, es menos probable la progresión hacia la experimentación y el uso regular cuando se está en familia”.
Es por ello tan necesario que los que somos padres de familia aprendamos a comunicarnos adecuadamente con nuestros hijos, esta es la mejor arma para defenderlos de caer en las adicciones. En la Guía para Padres editada por el Consejo Nacional contra las Adicciones de la Secretaría de Salud del Gobierno Federal se recomiendan tres aspectos fundamentales de esta comunicación:
Saber escuchar.
Escuchar es el componente más importante de una buena conversación, y tal vez, el más difícil. Muy a menudo, cuando decimos que estamos escuchando, damos al mismo tiempo señales que nos contradicen, "si hijo, te estoy escuchando", cuando en realidad estamos concentrados en un programa de televisión; o cuando les interrumpimos a cada rato, convirtiendo en un regaño lo que había empezado como una conversación.
Saber Observar.
En las conversaciones con nuestros hijos, la comunicación verbal (lo que hablan) es tan importante como la no-verbal (como actúan). Para poder comprender lo que están tratando de comunicarnos, es necesario observar detalladamente todos los mensajes que nos envían, tanto con sus expresiones corporales como con sus palabras. Saber reconocer estas señales nos ayudará a conocer sus sentimientos.
Saber hablar.
Si deseamos que nuestros hijos compartan sus sentimientos, opiniones, temores o dudas con nosotros, debemos tratarlos cariñosamente. También debemos demostrarles calidez cuando queremos expresarles nuestras opiniones o la manera de solucionar conflictos.
Estemos alertas, festejemos a las niñas y a los niños mejorando nuestra comunicación con ellos, fortalezcamos nuestros lazos familiares y cerremos filas para no permitir que le hagan daño a los más desprotegidos. Felicidades.
*Consejero Nacional del PAN
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