miércoles, 23 de septiembre de 2009

¿Quién necesita un viaducto elevado?





Hace unos días los habitantes de la capital poblana fuimos sorprendidos por el anuncio de Blanca Alcalá, Presidenta Municipal, de que se construiría lo que ella pomposamente bautiza como “viaducto elevado” y que es un paso a desnivel sobre el boulevard Atlixco de 1,500 metros de largo que va desde la calle Matamoros en la colonia La Paz hasta el restaurante La Casita en el fraccionamiento Estrellas del Sur.

Sin embargo los afectados y/o beneficiados (habitantes y comerciantes de la zona) no hemos sido informados sobre el proyecto y ha sido solo a través de los medios de comunicación, que nos enteramos que Doña Blanca ha presupuestado la obra en 280 millones de pesos para lo cual solicitará un crédito por 180 millones que aumentarán significativamente la deuda municipal, hipotecando aun más el desarrollo futuro de los poblanos.

No se trata de descalificar a priori una obra, de lo que se trata es de que la autoridad municipal haga bien las cosas desde el principio, que informe de sus proyectos, que ponga a disposición toda la información disponible, que sustente sus propuestas ante los ciudadanos, que concerte con los afectados y que demuestre el beneficio perseguido. Eso es lo que no ha hecho el Ayuntamiento, por eso la reacción de rechazo.

Como sucedió con los parquímetros que pretendía instalar, este proyecto del viaducto elevado se distingue por la opacidad y falta de sustento técnico y social.

Nuestra ciudad requiere de un estudio de movilidad, que permita planear adecuadamente las obras necesarias para mejorar el tránsito y por tanto los trayectos y puntos críticos en horas pico. Con esos argumentos cualquier gobierno convence, pero aquí más bien se trata de que la Alcaldesa nos recete otro parche urbano que no va en el camino de un plan integral de vialidad sino en la ruta de una obra de relumbrón que la publicite y le favorezca en sus aspiraciones políticas.

Mientras la Sra. Alcalá se pretende beneficiar con su viaducto, los comerciantes allí asentados, verán afectadas sus ventas por los inconvenientes propios de la construcción en la peor etapa de la crisis económica. Además en el futuro este tipo de obras modifican completamente la vocación comercial y habitacional, al trastocar irreversiblemente la distribución, vialidad, cruces peatonales, costumbres y hasta el paisaje.

Es un hecho que la ciudad tiene problemas de vialidad, pero no es tampoco este punto uno de los más críticos y en orden de prioridades se debe atender primero el estado general de las calles sustituyendo el asfalto por concreto hidráulico, arreglando los miles de baches que estropean vehículos, pavimentando calles en muchas colonias y juntas auxiliares que todavía siguen excluidas del desarrollo, reparando el tan precario alumbrado público existente, mejorando el personal y la infraestructura de seguridad pública; poniendo orden a los transportistas abusivos que hacen paradas ilegales en estas calles usándolas como terminales de transporte foráneo; esto es parte de lo que pedimos los ciudadanos en lugar de una obra con fines electorales para su promotora.

Las declaraciones de la Alcaldesa este fin de semana confirman las sospechas, primero que no tiene el sustento técnico para el proyecto, segundo que le preocupa sobre manera la discusión del tema pues pide que “no polaricen ni dividan a la población” y que “se deje de lado la confrontación y mediatización del tema” cuando la promotora de la polarización, división y confrontación es ella al sorprendernos con el proyecto y también es ella la que mediatiza al informar a los afectados únicamente a través de los medios de comunicación y no enfrentando a los vecinos y comerciantes hasta que no manifiestan estos su inconformidad. Ya que tronó el rechazo social, ahora pide una discusión seria y responsable. El que nada debe, nada teme.

El viaducto elevado lo necesita Blanca Alcalá para sus aspiraciones políticas, los ciudadanos no lo necesitamos, queremos obras bien planeadas, sustentadas técnica, económica y socialmente que mejoren nuestra calidad de vida. Ya echó a perder la 31 oriente, despilfarrando miserablemente el dinero público que ella administra con su ciclopista que nadie usa y que afecta la vialidad que ahora quiere mejorar. Como con los parquímetros, aquí también se va a topar con pared.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Primero debe de ver tantas necesidades que tiene la Ciudad, tapar realmente bien los baches, tener un mejor sistema para recolección de basura, poner contenedores para que enseñen a dividir la basura, tener sincronizados los semaforos, poner realmente paraderos para los autobuses y combis, bueno un sinfin de cosas que necesitamos