En memoria de Trinita Carmona Garcilazo. QEPD.
Desangelados por la transición democrática y por tardía concreción de promesas partidistas, los ciudadanos han manifestado su inconformidad de distintas formas, entre ellas la que en las últimas semanas ha cobrado fuerza: el voto en blanco.
En los albores del siglo XXI y como nuevos actores de una democracia más competitiva, con mayores contrapesos y batallas electorales fuertes y competidas, los mexicanos pensábamos que la democracia sería un estado de felicidad. Pero los sinsabores llegaron pronto porque la urgencia por resolver problemas ancestrales y desarrollarnos como país en todos los sentidos, nos hizo creer que las soluciones vendrían de forma inmediata o milagrosa.
Le apostamos a un sistema de libertades pluralidad y democracia sin que nos guste cargar con los obstáculos, procesos y dificultades que conlleva. Le apostamos a un cambio pero lo queremos pronto, le apostamos a un sistema donde no hubiera un solo partido, pero rechazamos el desacuerdo intrínseco a la pluralidad partidista; le apostamos a una democracia participativa y no sólo representativa pero nos cuesta romper una cultura de indiferencia y apatía para organizarnos, criticar, proponer y denunciar.
El desánimo de un buen número de ciudadanos es legítimo; hay políticos que han dejado mucho que desear, sin embargo hay que distinguir algunos elementos entre las prácticas condenables de corrupción, negligencia y abuso, y los conflictos y procesos naturales de la competencia política y partidista.
Países como España donde por cierto también se han dado anteriormente movimientos promotores del voto blanco, han transitado por más de 30 años a un desarrollo democrático que sin bien no es perfecto, ha logrado consensos, contrapesos y alternancia a partir de procesos complejos, de discusiones y fricciones políticas, intrínsecas a la competencia partidista.
Ahí están casos como el del Primer Ministro británico Gordon Brown inmerso en una crisis política que puede costarle al Partido Laborista un fracaso electoral en las próximas elecciones; ahí están casos como el de George Bush cuyas decisiones de su segundo cuatrienio, provocaron el triunfo del demócrata Barack Obama; aquí está el caso de México a nivel federal y local donde la alternancia es ya una realidad como voto de castigo a gobiernos que no cumplen las expectativas ciudadanas.
Sin embargo, hoy en día pareciera que nos cansamos de tanta discusión, nos da miedo que se expresen las diferencias y se confronten ideas pero esto es parte de la democracia. Algunos defensores del voto blanco manifiestan estar cansados de guerra sucia y discusiones, es comprensible porque percibimos que hay mucho ruido y pocas nueces, pero la discusión es normal en un país que eligió este sistema.
También argumentan que no se han resuelto los problemas, pero una de las características de la democracia es el gradualismo; recurro nuevamente al ejemplo de España donde partidos como el Popular (PP)y el Socialista Obrero Español (PSOE) han ido dando matices a las políticas públicas con base en las exigencias ciudadanas y las necesidades de aquel pueblo; es el caso de Brasil donde un gobierno de izquierda optó por la inversión extranjera para detonar el crecimiento petrolero a pesar de que esta medida se considera proveniente de una visión derechista.
Así es la democracia en la posmodernidad. No desistamos cuando vamos en proceso. Hay avances reales y contundentes que no podemos desestimar los cuales no han sido únicamente fruto de las decisiones de los partidos que gobiernan, sino de las exigencias de los ciudadanos organizados hacia sus representantes.
Es el caso de las leyes de transparencia y rendición de cuentas y de la formación de Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI). Desde luego hay quien se resiste a la democratización alimentando la desconfianza y el desánimo en la población; por ejemplo, las entidades federativas que se cobijan en la soberanía estatal y en el federalismo para no rendir cuentas.
Nuestro sistema jurídico debe actualizarse y los cambios estructurales deben realizarse a la brevedad, para generar mayor equidad y competencia, desarrollo y productividad. Al hacerlo es inevitable tocar intereses de los grandes capitales, de las farmacéuticas, de los productores de semillas mejoradas, de las telecomunicaciones, de los poderes fácticos en general, por ello se generan reticencias y descalificaciones contra cualquier autoridad que los enfrenta.
No podemos ser ajenos al malestar ciudadano; no podemos ignorar la inconformidad, sin embargo, anular el voto sólo beneficia a los mapaches expertos en acarreo y compra de votos; aunque se anule el sufragio ganará alguno de esos partidos contra los que protestan.
Peor aún, son promotores del voto blanco que rechaza a los partidos, políticos que en su momento contendieron a través de estos y que ahora no tienen hueso, pero que tal cuando son candidatos entonces si piden el voto. No caigamos en una trampa, no seamos ingenuos esta campaña esta orquestada por quien sabe que le beneficia el abstencionismo.
Considero que una alternativa es hacer del voto el primer paso de una vigilancia permanente de los políticos que elijas; es expresar y exigir cambios como acortar los tiempos y costos electorales, lo cual en esta elección es ya una realidad; es conocer a quienes pretenden representarnos y darles marcaje personal; es organizarse para cambiar en conjunto sociedad y gobierno. Exige compromisos de los candidatos, compara propuestas, quien defiende a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, quien quiere hacer las transformaciones profundas que requiere México y quien solo quiere servir a oscuros intereses, quien quiere apoyar la lucha contra el crimen organizado y quien solo quiere el fuero para su beneficio personal; de eso se trata esta elección y por eso hay que votar.
En los albores del siglo XXI y como nuevos actores de una democracia más competitiva, con mayores contrapesos y batallas electorales fuertes y competidas, los mexicanos pensábamos que la democracia sería un estado de felicidad. Pero los sinsabores llegaron pronto porque la urgencia por resolver problemas ancestrales y desarrollarnos como país en todos los sentidos, nos hizo creer que las soluciones vendrían de forma inmediata o milagrosa.
Le apostamos a un sistema de libertades pluralidad y democracia sin que nos guste cargar con los obstáculos, procesos y dificultades que conlleva. Le apostamos a un cambio pero lo queremos pronto, le apostamos a un sistema donde no hubiera un solo partido, pero rechazamos el desacuerdo intrínseco a la pluralidad partidista; le apostamos a una democracia participativa y no sólo representativa pero nos cuesta romper una cultura de indiferencia y apatía para organizarnos, criticar, proponer y denunciar.
El desánimo de un buen número de ciudadanos es legítimo; hay políticos que han dejado mucho que desear, sin embargo hay que distinguir algunos elementos entre las prácticas condenables de corrupción, negligencia y abuso, y los conflictos y procesos naturales de la competencia política y partidista.
Países como España donde por cierto también se han dado anteriormente movimientos promotores del voto blanco, han transitado por más de 30 años a un desarrollo democrático que sin bien no es perfecto, ha logrado consensos, contrapesos y alternancia a partir de procesos complejos, de discusiones y fricciones políticas, intrínsecas a la competencia partidista.
Ahí están casos como el del Primer Ministro británico Gordon Brown inmerso en una crisis política que puede costarle al Partido Laborista un fracaso electoral en las próximas elecciones; ahí están casos como el de George Bush cuyas decisiones de su segundo cuatrienio, provocaron el triunfo del demócrata Barack Obama; aquí está el caso de México a nivel federal y local donde la alternancia es ya una realidad como voto de castigo a gobiernos que no cumplen las expectativas ciudadanas.
Sin embargo, hoy en día pareciera que nos cansamos de tanta discusión, nos da miedo que se expresen las diferencias y se confronten ideas pero esto es parte de la democracia. Algunos defensores del voto blanco manifiestan estar cansados de guerra sucia y discusiones, es comprensible porque percibimos que hay mucho ruido y pocas nueces, pero la discusión es normal en un país que eligió este sistema.
También argumentan que no se han resuelto los problemas, pero una de las características de la democracia es el gradualismo; recurro nuevamente al ejemplo de España donde partidos como el Popular (PP)y el Socialista Obrero Español (PSOE) han ido dando matices a las políticas públicas con base en las exigencias ciudadanas y las necesidades de aquel pueblo; es el caso de Brasil donde un gobierno de izquierda optó por la inversión extranjera para detonar el crecimiento petrolero a pesar de que esta medida se considera proveniente de una visión derechista.
Así es la democracia en la posmodernidad. No desistamos cuando vamos en proceso. Hay avances reales y contundentes que no podemos desestimar los cuales no han sido únicamente fruto de las decisiones de los partidos que gobiernan, sino de las exigencias de los ciudadanos organizados hacia sus representantes.
Es el caso de las leyes de transparencia y rendición de cuentas y de la formación de Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI). Desde luego hay quien se resiste a la democratización alimentando la desconfianza y el desánimo en la población; por ejemplo, las entidades federativas que se cobijan en la soberanía estatal y en el federalismo para no rendir cuentas.
Nuestro sistema jurídico debe actualizarse y los cambios estructurales deben realizarse a la brevedad, para generar mayor equidad y competencia, desarrollo y productividad. Al hacerlo es inevitable tocar intereses de los grandes capitales, de las farmacéuticas, de los productores de semillas mejoradas, de las telecomunicaciones, de los poderes fácticos en general, por ello se generan reticencias y descalificaciones contra cualquier autoridad que los enfrenta.
No podemos ser ajenos al malestar ciudadano; no podemos ignorar la inconformidad, sin embargo, anular el voto sólo beneficia a los mapaches expertos en acarreo y compra de votos; aunque se anule el sufragio ganará alguno de esos partidos contra los que protestan.
Peor aún, son promotores del voto blanco que rechaza a los partidos, políticos que en su momento contendieron a través de estos y que ahora no tienen hueso, pero que tal cuando son candidatos entonces si piden el voto. No caigamos en una trampa, no seamos ingenuos esta campaña esta orquestada por quien sabe que le beneficia el abstencionismo.
Considero que una alternativa es hacer del voto el primer paso de una vigilancia permanente de los políticos que elijas; es expresar y exigir cambios como acortar los tiempos y costos electorales, lo cual en esta elección es ya una realidad; es conocer a quienes pretenden representarnos y darles marcaje personal; es organizarse para cambiar en conjunto sociedad y gobierno. Exige compromisos de los candidatos, compara propuestas, quien defiende a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, quien quiere hacer las transformaciones profundas que requiere México y quien solo quiere servir a oscuros intereses, quien quiere apoyar la lucha contra el crimen organizado y quien solo quiere el fuero para su beneficio personal; de eso se trata esta elección y por eso hay que votar.
1 comentario:
Mi nombre es Viridiana Magaly Ordoñez Carmona, soy alumna de la facultad de Derecho de la UNAM,por medio del presente me permito en primer lugar felicitarle por su trayectoria tanto académica como política y en segundo lugar de la manera más atenta le solicito de no haber inconveniente alguno de su parte me proporcione, de ser posible, una copia de su tesis "licitación social del espectro para radiodifución", puesto que dicha tesis me sería de gran ayuda como doctrina, ya que en este momento me encuentro recopilando información referente a las reformas hecas en 2006 a la ley de radio y televisión, para realizar un trabajo escolar es por ello que deseo colsultar el material solicitado para fines dogmatico.
Para efectos de lo anterior dejo mi correo electronico en espera de una respuesta virusila_5@hotmail.com
Por su atención muchas gracias.
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