lunes, 3 de marzo de 2008

Privilegiar el acuerdo, en búsqueda del Bien Común




Por José Antonio Díaz García *

México estrenó consejeros electorales. El pasado 7 de febrero, la Cámara de Diputados eligió a Leonardo Valdés Zurita, como presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), así como a los consejeros Benito Nacif Hernández y Marco Antonio Baños Martínez.

Si bien se incumplió el término establecido por la Constitución (13 de diciembre de 2007), se cumplió con un proceso que al final de cuentas, surgió del acuerdo.

Un artículo transitorio de la reforma constitucional obligaba a someter al pleno de la Cámara la propuesta de nuevos integrantes del consejo del IFE a más tardar el 13 de diciembre, víspera del fin del periodo de sesiones ordinarias. Pero por falta de consenso sobre los candidatos a consejeros, se pospuso la designación.

Fue a principios de febrero cuando se llegó a un acuerdo entre las diferentes fuerzas políticas, el cual tiene un importante significado ya que al haber una validación de los consejeros designados por los diferentes partidos y actores políticos serios, perderán peso las voces que descalifiquen al IFE cuando los resultados electorales no les favorezcan en elecciones futuras como las del 2009 y 2012.

Como era de esperarse, Andrés Manuel López Obrador y algunos legisladores perredistas que votaron en contra de los tres consejeros mencionados, quedaron inconformes a pesar de que el nuevo presidente es un hombre vinculado a la izquierda.

Los aliados del Peje arremetieron contra sus compañeros perredistas que participaron en la discusión y negociación para definir a los consejeros porque descartaron la única propuesta válida para su “presidente legítimo” que era la de nombrar al magistrado Genaro Góngora Pimentel a la cabeza del órgano electoral.

La votación de los legisladores con respecto a Leonardo Valdés para nuevo presidente del IFE logró 398 votos en favor, 43 en contra, tres abstenciones, 14 votos a favor de “otro candidato” (Genaro Góngora) y 42 legisladores que no asistieron. La propuesta acordada de los coordinadores de las fracciones parlamentarias, logró las dos terceras partes que exige la ley para ser aprobado.

En tanto, los otros dos consejeros electorales –Benito Nacif y Marco Antonio Baños—obtuvieron 387 votos en favor, 54 en contra, tres abstenciones y 12 para otros candidatos.

Con respecto al resto de los consejeros, serán nombrados en adelante para sustituir a los que saldrán de forma escalonada. Rodrigo Morales y Alejandra Latapí cedieron ahora su lugar a los recién nombrados Nacif y Baños.

Una referencia breve de cada uno de los designados denota la experiencia de cada uno que incluye el ámbito electoral. Al contrario de lo que alguna pluma expresaba en estas mismas páginas, mi opinión es que los consejeros elegidos brillan por sus conocimientos; por sus perfiles autónomos e independientes. Las calificaciones que se otorgaron en la entrevista fueron un referente, mas no era el único criterio de selección, más cuando algunos legisladores castigaban con calificaciones muy bajas a quienes querían descarrilar del proceso y al contrario.

Leonardo Valdés Zurita se formó en las filas del Partido Mexicano Socialista como alumno de Heberto Castillo en el Partido Mexicano de los Trabajadores; es doctor en ciencia social con especialidad en sociología por El Colegio de México, y licenciado en economía por la Universidad Anáhuac. Cuenta con cuatro publicaciones relacionadas con temas electorales y de partidos políticos, editadas por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la UNAM, el IFE y la Universidad de Guanajuato. Ha sido docente y laboró un año en el IFE (durante la presidencia de José Woldenberg) como director ejecutivo de Organización Electoral. Un botón que demuestra su independencia es que proviniendo de la izquierda, siendo consejero electoral en el Distrito Federal, se opuso al registro de la candidatura de López Obrador, en 2000, para jefe de gobierno, por no tener la residencia obligatoria necesaria por ley.

Marco Antonio Baños Martínez se desempeñaba como asesor de la Comisión Ejecutiva para la Reforma del Estado del Congreso de la Unión. Laboralmente formado en el IFE, es maestro en políticas públicas comparadas por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), licenciado en derecho por la UAM y cuenta con experiencia docente. Ha publicado artículos relacionados con temas electorales en la revista Voz y Voto.

Benito Nacif Hernández es miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (nivel uno), es doctor en ciencia política por la Universidad de Oxford y licenciado en Administración Pública por El Colegio de México. Se desempeñó en el sector público y es autor de diversas publicaciones relacionadas con el sistema político mexicano. Docente en instituciones de educación superior y se desempeña como consejero ciudadano en el Consejo Local Electoral del Distrito Federal.

En reciente entrevista, Nacif Hernández reconocía que: “la reforma electoral del 2007 es la primera que se realiza después de la alternancia y en condiciones en las que ningún partido político tiene mayoría en el Congreso. Constituye una muestra de la capacidad de la joven democracia mexicana de responder con cambios profundos a situaciones adversas como la generada durante la crisis electoral del 2006. Su aprobación requirió de amplios consensos que años antes habían sido imposibles de construir, incluso en torno a temas y propuestas semejantes”.

En efecto, nuestra responsabilidad como legisladores es llegar a acuerdos en beneficio de los ciudadanos, generando consensos y leyes que den mayor certidumbre a los procesos que vive el país, como es el caso de los comicios y las elecciones, a través de un instituto independiente, autónomo y transparente que dé mayor confianza a los ciudadanos, a los partidos y a los candidatos.

Ante todo hay que privilegiar el acuerdo para evitar la polarización y el resentimiento social. En palabras de José Martí, “política es el arte de ir levantando hasta la justicia la humanidad injusta, de conciliar la fiera egoísta con el ángel generoso; de favorecer y de armonizar para el bien general, y con miras a la virtud, los intereses”.

Comentarios diazgarcia2020@gmail.com

*Diputado Federal por el Partido Acción Nacional

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