A mi amigo Goyo Barradas,
Alcalde Electo asesinado por el crimen organizado. QEPD
Ayer se publicó en el periódico El Universal una nota de primera plana que se tituló “Universidades en crisis, rectores no” esta nota es parte de una serie que durante dos semanas ha venido analizando la crítica situación de las finanzas en las universidades públicas.
La nota periodística refiere, que de acuerdo con el estudio de “Evaluación del Ahorro y Diagnóstico de los Resultados Obtenidos por las Reformas a los Beneficios que Otorgan a sus Trabajadores” que elaboró el actuario Carlos Jorge Soto para la SEP federal, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) se encuentra en situación financiera “muy crítica” y perderá la suficiencia presupuestal en 2011. Esto significa que el año entrante no le alcanzarán los ingresos para pagar sus compromisos laborales y gastos de operación. En pocas palabras, en 2011 quiebra la BUAP.
El tema de las finanzas de las universidades públicas es un tema tabú, que se guarda en el más estricto sigilo y solamente algunos datos se hacen públicos. Aunque se ha avanzado mucho en México en el tema de transparencia y rendición de cuentas, las universidades que debieran ser punta de lanza, son un lastre para la transparencia y un ejemplo de feudos que no rinden cuentas suficientes de los dineros públicos.
La universidad pública poblana tiene alguna información en su página de internet, pero no suficiente como para saber el peso de sus pasivos laborales y como se desarrollará en el futuro el monto exigible por pensiones y jubilaciones. En los estados financieros consolidados al 31 de diciembre de 2008, (que son los más recientes publicados) se establece que un estudio de una firma actuarial determinó que el pasivo máximo exigible en 2008 por concepto de pensiones y jubilaciones es de 67,151 millones de pesos. Si los ingresos totales de la BUAP en ese mismo año de 2008 ascendieron a 5,117 millones de pesos, significa que se requiere reunir el equivalente a 13 años de ingresos, para pagar únicamente los compromisos de los jubilados y pensionados actuales y la de los trabajadores en activo que algún día se jubilarán.
En otro informe que publica la Benemérita respecto a la distribución de ingresos y egresos del 2009, se aprecia que recibieron ingresos totales por 4,501.9 mdp, de los cuales el gobierno de Felipe Calderón aportó el 64.39%; el gobierno de Mario Marín el 14.54% y de ingresos propios el 21.07%
Un dato muy interesante es como se aplican estos recursos al gasto, según las cifras publicadas por la BUAP el 98.8% de los servicios personales ( sueldos, prestaciones y seguridad social) se pagan con el dinero de la federación y con el dinero que pone el gobierno del estado solo el 0.37%. Sin embargo en Gastos de Operación la cosa es al revés, únicamente el 10% los paga la federación y el 41% proviene de recursos enviados por el gobierno de Mario Marín, el resto (48.8%) de estos gastos se paga con recursos propios. Esta distribución no es casual, obedece a que en la federación las reglas de operación y las auditorias de la SEP y de la Cámara de Diputados son más estrictas, en el caso del gobierno de Marín y el Congreso estatal poblano, usted sabe que se manejan las cosas diferente.
Así la BUAP donde es mas revisada y auditada es en los recursos federales, que se ocupan prácticamente todos en nómina y en programas con reglas de operación muy estrictos, que son observados con puntualidad y exactitud. Pero en el Gasto de Operación que contiene las partidas de Servicios Generales y Materiales y Suministros tienen más margen de maniobra y discrecionalidad por lo laxo del control estatal.
Ya habrá oportunidad de comparar que pasa en otras entidades federativas con sus universidades públicas y si como aquí en Puebla, los gobiernos estatales son tan marros que ponen menos del 15% de los recursos. Habrá que ver también como se negocia el próximo presupuesto de la BUAP con el nuevo gobierno estatal y el nuevo Congreso del estado y cómo y en qué condiciones se rescata a la BUAP (sobre todo a sus trabajadores y alumnos) de la quiebra de la institución. Estemos alerta.
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