martes, 24 de noviembre de 2009

¿Qué legislación hace falta para los medios de comunicación?


A petición de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI), un grupo de ciudadanos respondimos esta pregunta, lo que permitió recabar importante información sobre este cuestionamiento básico y poner en un documento de fácil acceso las propuestas, sugerencias y hasta ocurrencias de desde diferentes puntos de vista.

El resultado es un libro, producto de 72 aportaciones que estoy seguro es ya un referente para académicos, estudiantes, profesionales de la comunicación, legisladores, autoridades y en general para todo aquel ciudadano interesado en que en nuestro país podamos ejercer a plenitud y dentro de un marco jurídico adecuado los derechos a la comunicación y la información.

Es importante resaltar que en las opiniones recopiladas existen importantes coincidencias, una de ellas es lo obsoleta que resulta la legislación vigente. “Se requiere replantearla de manera integral, previa discusión y acuerdo de cuál debe ser la política pública del Estado mexicano en esta materia” dice Sergio López Ayón profesor e investigador en el Centro de Investigación y Docencia Económica, CIDE.

Otro tema multicitado es el de la concentración de los medios en unos cuantos dueños, en este tema se propone: “Evitar la concentración de medios en pocas manos. La pluralidad de fuentes de información es una condición para la democracia” Pedro Salazar Ugalde, Investigador en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. “… reforma que abra la competencia, lime los excesos, diversifique el mercado y permita la convivencia de proyectos de distintos tamaños, colores, aromas.” Ciro Gómez Leyva, periodista.

Los contenidos y su regulación se abordaron desde diversos ángulos: “…la ley obliga (teóricamente) a los concesionarios a fomentar los aspectos educativos, culturales y de cohesión nacional; a evitar los recursos sucios, de baja comicidad y grotesca actitud. Y en la realidad, de eso están atiborradas las programaciones. Nadie frena a la radio y la televisión. Estas se autorregulan en la permanente labor de esquilmar a las audiencias” José Cárdenas, periodista. “El de los contenidos es un tema fundamental que no se soluciona de manera mágica con la autorregulación. Es un asunto, ante todo, de salud publica…” Gabriel Sosa Plata, profesor investigador de la UAM-X.

El derecho de Replica que en la pasada LX legislatura se elevó a derecho constitucional es también una constante en la necesidad de reglamentar en la legislación, al respecto Rocío Morgan Franco, ex diputada federal apunta: “…para ejercitar este derecho (de Réplica) se debe garantizar un acceso expedito, sencillo, gratuito y justo para ambas partes. No se trata de castigar a los medios, pero sí de que sean responsables, frente a la sociedad, de las informaciones que emiten y que muchas veces sin ningún recato y sí con mucha temeridad y ligereza transmiten, en detrimento de la honra, el buen nombre, la reputación y la vida privada de las personas”. Sobre el mismo tema “…lo vigente en materia de derecho de réplica es una farsa, producto del llamado decretazo de octubre de 2002.” Fátima Fernández Christlieb, profesora de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Una las tres aportaciones que propongo en este libro, y que considero urgente revisar en la legislación, es el fenómeno de la Payola Política; con base en la más reciente reforma electoral, los partidos políticos y los candidatos no pueden comprar tiempo aire en radio o televisión, para ello tienen que utilizar los tiempos del estado. Sin embargo, en el proceso electoral federal de 2009, los partidos y sus candidatos pagaban para ser entrevistados, con recursos que no pagaron impuestos y no fueron contabilizados en los topes de campaña ni fiscalizados.

Estos son algunos de los temas que se abordan en este libro que la AMEDI, con la contribución de la Fundación Konrad Adenauer, puso ya en circulación. Es una magnifica herramienta para impulsar cambios necesarios en una legislación que urge poner al día, el derecho de las audiencias que somos todos, así lo exigimos.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Medios de Comunicación, SITMA, Invergroup, COOFIA y el Gobierno del Estado.


Ayer martes por la mañana, escuché dos entrevistas que sendos medios radiofónicos realizaron a Leonardo Tiro Moranchel, dueño de Grupo SITMA e Invergroup.


Llama la atención que primero Javier Lopez Díaz y después Ivan Mercado de Cinco radio y Grupo Oro respectivamente hayan dado espacio al señor Tiro, prófugo de la justicia quien pretendía ejercer su derecho de réplica o exponer su versión de los hechos. Y considero llamativo el hecho pues primero le dan el espacio para que se defienda y luego cuando acusa directamente al gobernador del estado y al secretario de gobernación de ser los culpables de su debacle financiera entonces los avezados comunicadores se asustan y empiezan a descalificar al entrevistado a restarle autoridad moral y a someterlo a un juicio sumario donde lo declaran culpable de algo que era más fraudulento que el juego de la bolita y del que muchos medios fueron beneficiarios como lo admitió el propio Lopez Díaz al recordar que Tiro Moranchel fue cliente de su noticiero desde hace 20 años.


En la segunda participación radiofónica se le cuestionaba al prófugo el cómo podía haber ofrecido esos rendimientos a los que le confiaron su patrimonio, muy por encima de lo que otorgan las entidades financieras; vale la pena recordar que esos rendimientos se anunciaban en espectaculares por toda la ciudad, en medios impresos y en medios electrónicos y que fueron muy pocos los que cuestionaron en ese momento a esos defraudadores y a otros más que todavía operan y que no tardarán mucho en entrar en incapacidad de pago y seguramente seguirán los pasos de Invergroup y SITMA.


Es también interesante recordar que fueron importantes patrocinadores del club de fut bol Puebla tanto SITMA como COOFIA, y es un secreto a voces que el manda mas del equipo es el propio gobernador, como nos lo confirmó el propio Chelís, el entrenador de la franja cuando declaraba que su permanencia en el equipo dependía de la decisión de Mario Marín. Ahora el dueño de SITMA dice que el gobernador Marín se quiso apropiar de su empresa, pues vaya pillos -los de SITMA y los de COOFIA- Dios los cría y ello se juntan.


En el caso de COOFIA, las cosas no son distintas, pues Valente Medina Seoane, su dueño, también está prófugo y miles de ahorradores esperan recuperar su patrimonio. Hoy el gobierno del estado trata de deslindarse de estos sinvergüenzas que ellos mismos promovieron y apoyaron, recordemos como COOFIA recaudaba contribuciones estatales, la tenencia vehicular y otorgaba créditos a los burócratas estatales, mediante un oscuro convenio que los privilegiaba por encima de instituciones financieras solventes y serias.


Desde el 24 de marzo en esta misma colaboración, hice un llamado a tener cuidado de INVERBIEN y SITMA que ofrecían “rendimientos estratosféricos de 45 y 30.7% respectivamente dependiendo del plazo, con una ambigua y agresiva publicidad que inunda la ciudad.” Sin embargo la avaricia, el cinismo y la desmesura han asestado un golpe más a la economía de miles de ciudadanos que de buena fe buscaban el mayor rendimiento a su patrimonio, pero no quisieron recordar que no hay dinero fácil, hoy están pagando las consecuencias.


Estas entrevistas me despiertan la curiosidad de saber si habrá un juicio justo y si realmente se hará justicia a favor de los ahorradores y recuperarán la mayor parte de su patrimonio invertido. Me inquieta pensar que los defraudadores, presionados por su circunstancia involucren injustamente a nuestras autoridades, pero más me preocupa pensar que los pillos estén diciendo la verdad y que quisieron apropiarse de sus empresas y que al no doblegarse a sus caprichos ahora les dejan ir la cargada de medios de comunicación y a la procuración de justicia estatal.


Aprendamos todos la lección, cuidado con estas empresas que ofrecen rendimientos fuera de lo normal, cuidado con esos turbios negocios que se presentan como remedio fácil para salir de la crisis económica, cuidado con esos Bernard Madoff, Robert Allen Stanford, Leonardo Tiro Moranchel o Valente Medina Seoane, en Nueva York o en Puebla en todas partes hay pillos coludidos con autoridades defraudando a quien confió en invertir su patrimonio. Exijamos conocer la verdad y que se haga justicia, caiga quien caiga.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Nuestro Muro




Los que nacimos en el tercer cuarto del siglo pasado, cuando la amenaza comunista era una realidad, la guerra fría estaba en su momento más extremo y en México veíamos con lejanía la posibilidad de una sociedad democrática, podemos dar testimonio de importantes transformaciones en México y el mundo.

Ayer con las imágenes de la celebración del derrumbe del Muro de Berlín hace ya 20 años, hacía memoria de importantes acontecimientos de los que nuestra generación somos no solo testigos sino actores y que vale la pena recordar para saber de dónde venimos y hacia dónde vamos. Es importante además compartir con las nuevas generaciones esos recuerdos, no para vivir del pasado, sino para construir juntos un futuro mejor y no repetir los errores que ya alguna vez sufrimos.

Antes de que cayera el Muro, había dos Alemanias producto del reparto entre los vencedores de la Segunda Guerra Mundial. Pero para los que nacimos después de terminada la guerra, se nos hacía patente esa realidad principalmente en los Juegos Olímpicos o en los campeonatos mundiales de futbol; había alemanes occidentales y alemanes orientales; la Alemania Democrática y la Alemania Federal. ¿Por qué? Preguntábamos a nuestros mayores. En revistas de la época aparecían dramáticos relatos de familias divididas por el Muro, historias de Amor que habían quedado truncas; fantásticos escapes en globo, túneles y también de intentos fallidos que terminaban en la cárcel o la muerte de los que buscaban huir de la esclavitud de los comunistas.

Angela Merkel y los ex presidentes soviético Mijail Gorbachov y polaco Lech Walesa encabezaron ayer la “fiesta de la libertad” celebrando la desaparición del oprobioso Muro, pero sobre todo la desaparición de la amenaza comunista.

Aquí en México hace 20 años iniciábamos a derribar nuestro Muro, el de la dictadura perfecta, el del sistema PRI-gobierno que impedía el desarrollo democrático. Mientras en Berlín en 1989 se abatía la barrera de la libertad, en nuestro país se encendía la llama de la participación política después de que un año antes, en 1988, unas elecciones presidenciales fueron el catalizador de la responsabilidad ciudadana, motivados por Manuel de Jesus Clouthier candidato del PAN y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano por una coalición de partidos de izquierda.

Hoy la conformación política del viejo continente es diferente, la reunificación alemana permitió iniciar el camino de la democratización de la Europa del este, en México también vivimos una nueva etapa de desarrollo democrático en donde la alternancia política ha permitido un nuevo juego democrático en un proceso aún sin consolidar debido principalmente a la pobreza y a la manipulación de esta con fines electorales.

En Europa como en México los procesos democráticos no están exentos de amenazas. El riesgo de nuevas confrontaciones bélicas por la inequidad en el reparto de la riqueza, por los fenómenos migratorios y la exclusión de que son objeto los migrantes; la intolerancia racial y religiosa, ponen en vilo los procesos democráticos. En nuestra patria no estamos exentos de amenazas, la lucha contra el crimen organizado, la pobreza, la manipulación de recursos públicos con fines clientelares-electorales, la falta de oportunidades y de resultados tangibles en la economía de la gran mayoría de mexicanos, ponen también en riesgo la estabilidad democrática.

El desencanto de la democracia por los excesos de los políticos, la falta de acuerdos para transformaciones profundas está llegando a niveles de alarma. Es necesario que recordemos entonces lo que significa vivir en libertad y cuando luchamos por obtenerla, desde la libertad física que afectaba a los alemanes orientales, hasta la libertad democrática que padecimos aquí en México.

Es responsabilidad de todos el velar por la democracia y por las libertades que hoy gozamos y que nos ha costado tanto conquistar. A los ciudadanos nos toca participar y exigir. Es también nuestra responsabilidad entregar a las nuevas generaciones un México más justo y un mundo en paz. El próximo año tenemos elecciones en Puebla para elegir gobernador, diputados locales y Ayuntamientos, consolidemos nuestra democracia y no permitamos un regreso al pasado oprobioso de la dictadura, del cacicazgo, de los excesos de unos cuantos en contra de la sociedad. No hay Muro que resista la participación de la sociedad.

martes, 3 de noviembre de 2009

El seguimiento a nuestros legisladores


Estas dos semanas que terminaron en fin de semana largo, el tema de los impuestos y en general de lo que implica una ley de ingresos justa para los mexicanos ha sido motivo de discusión en todos los corrillos familiares, empresariales, comerciales, políticos y hasta en cualquier simple plática de café.
He recibido múltiples opiniones sobre el tema, la mayoría de ellas de molestia por la propuesta del presidente Calderón y por el engendro que al final de cuentas fue aprobado por los senadores y diputados federales.

La falta de transparencia en el gasto público y el dispendio con que se premia la ineficacia de muchos legisladores es motivo de justificada irritación popular, aun mas cuando en los noticieros televisivos nos repiten una y otra vez las escenas del diputado Fernández Noroña que más que un representante popular es un sicario de Andrés Manuel López Obrador que denigra la grave responsabilidad legislativa tan necesaria como parte del equilibrio de poderes en una sociedad democrática.

A nadie le gusta pagar impuestos, menos aun a una sociedad como la nuestra a la que no se le rinden suficientes cuentas y que históricamente ha sido agraviada con décadas, siglos de corrupción y autoritarismo; ante la gravedad de la crisis económica por la que atravesamos, no solamente las finanzas personales y familiares se ven afectadas, los recursos públicos también se han reducido y ponen en grave riesgo programas sociales como Oportunidades, los subsidios a la leche, al transporte, al campo, a la salud y a la educación. Pero cuando pensamos en dinero público nos enferma pensar que en ese mismo paquete esta lo que se le paga a funcionarios públicos como Noroña y tantos otros que no solo no aportan nada al país, sino que le cuestan mucho dinero. Además algunos legisladores voltean a recibir solamente órdenes de sus partidos y no de sus representados, sin contar las presiones de los poderes fácticos que cabildean e inciden en las decisiones que a todos nos afectan. Eso nadie lo puede negar. Pero no podemos tampoco generalizar, no todos son iguales y en el poder público están representados diferentes partidos y personas que ejercen de diferente forma su responsabilidad.

El sistema político mexicano no es un ente raro donde solo en el sucedan estas cuestiones –no estoy justificando ningún proceder inadecuado- los sistemas democráticos como el de nuestros vecinos norteamericanos o los europeos también son sujetos de presiones similares. Lo que aquí no hemos podido hacer es poner candados y límites a estos vicios del sistema que se tienen urgentemente que corregir. La reelección legislativa es una de esas vacunas necesarias que se tienen que introducir en nuestro sistema político, junto con la reducción de las cámaras federales y en muchos casos también del número de diputados locales y hasta de regidores en nuestros Ayuntamientos; las elecciones concurrentes y una más profunda y completa rendición de cuentas en todos los niveles de gobierno.

La parte que nos corresponde como responsabilidad cívica no termina con ir a votar el día de las elecciones, tenemos que dar permanente seguimiento a nuestros representantes y comunicarnos con ellos, exigirles que rindan cuentas y que a la hora de votar vean por el Bien Común por encima de los intereses particulares. De eso se trata la vida democrática, de participar permanentemente y de incidir en los ámbitos de acción política y opinión pública.

Con las nuevas herramientas de la comunicación esta participación está aun más cerca de lo que pensamos, iniciemos por saber el nombre de nuestros representantes y sus correos electrónicos, direcciones postales y números telefónicos, desde el presidente de la república, pasando por senadores, diputados federales de mayoría y plurinominales, gobernador, diputados locales, alcalde y regidores. Una vez conformado este directorio pongamos manos a la obra de dirigirnos a ellos, de preguntar, de pedir información y cuentas. No se trata solo de quejarnos –la mayoría de las veces con justificada razón- se trata de ponernos en acción como ciudadanos.

“El rasgo eminentemente distintivo del verdadero ciudadano es el goce de las funciones de juez y de magistrado” dijo Aristóteles en su estudio de la Política, es decir el que tiene “voz deliberante.” Ejerzamos nuestros derechos a cabalidad y califiquemos el actuar de cada uno de nuestros representantes. Participemos, es lo que nos toca.