En memoria de Montserrat de Carlos de Cohuo, QEPD.
Este lunes 19 de octubre, asistí a la presentación del lanzamiento de la campaña: “El agua es como de tu familia, protégela”; que el presidente Felipe Calderón Hinojosa anunció en la explanada Francisco I. Madero, de la Residencia Oficial de Los Pinos.
En breve podremos ver esta campaña a través de radio, televisión y toda clase de medios promocionales, inclusive en algunas etiquetas de productos de consumo y en recibos de los organismos de agua potable de estados y municipios. Se trata como lo anunció el presidente Calderón de una campaña cuyo objetivo es que todos los mexicanos aprendamos a valorar el agua, a cuidarla y a cuidarla como algo verdaderamente importante para nosotros, a cuidarla como se cuida a un hermano, un pariente cercano; a cuidarla, como si fuera, de hecho, lo es, de la familia.
En una apuesta mercadológica interesante se enfoca a la familia y dentro de ella a los niños y a los jóvenes para formar conciencia de no tirar el agua. Llama la atención el lenguaje, las formas, los colores y el tratamiento comunicacional que se hace, lo cual seguramente despertará polémica.
Se concentra la atención en lograr que los chiquillos y jóvenes de casa sean los promotores y supervisores de acciones pequeñas pero importantes para ahorrar el agua, una de ellas es la de no desperdiciarla en la regadera mientras abrimos la llave y esperamos que salga caliente, para ello se propone usar una cubeta que reciba el agua y luego se use en vez de desperdiciarla.
La estrategia del gobierno federal involucra al Consejo Consultivo del Agua, encabezado por el Ing. Carlos Fernández González quien llamó la atención sobre el manejo y gestión del recurso hídrico como componente fundamental del orden social, pues el resultado de su gestión tiene repercusiones en el desarrollo y bienestar de la sociedad.
En México no hemos administrado bien el agua, pues tenemos suficiente pero la desperdiciamos y no la cuidamos, la ensuciamos y no la manejamos con el respeto que se merece. Siendo un recurso renovable, flexible y maleable debe orientarse a través de políticas públicas y de campañas como la anunciada a hacer del agua un recurso sustentable.
Para recuperar el equilibrio hídrico de cuencas y acuíferos, es necesario realizar grandes obras hidráulicas, pero también cambiar de hábitos en nuestro diario quehacer como ciudadanos, es por ello que en el seno de la familia se debe iniciar esta nueva cultura. La cantidad de agua que desperdiciamos al lavarnos los dientes es otra acción que parece insignificante, pero que al sumarla nos da una cantidad importante de agua que podemos reducir en su desperdicio y llevarla a quien no la tiene y la necesita. Ahora serán los pequeños de casa los que estarán supervisando estas acciones, esa es la intención de esta campaña. Excelente iniciativa del Ing. José Luis Lueje Tamargo, quien al frente de la Comisión Nacional del Agua ha logrado sinergias importantes en esta cruzada por el agua y por proyectos de largo aliento que logren la sustentabilidad.
En cada una de nuestras poblaciones, sean grandes o pequeñas debemos de hacer un compromiso personal por el cuidado del agua y las autoridades de todos los niveles de gobierno comprometerse a realizar las inversiones necesarias no solo para llevar agua potable, también para sanearla y devolverla a su cauce dentro de los parámetros establecidos en la Norma. Las empresas también deben cumplir con los niveles de saneamiento y de esa manera estaremos recuperando el equilibrio perdido, haciendo el desarrollo sustentable y no hipotecando a las futuras generaciones.
Hagamos nuestro compromiso personal y familiar de poner en práctica pequeñas acciones que ayuden a recuperar el medio ambiente, y exijamos a los políticos que inviertan los recursos públicos en obras que aunque no lucen políticamente, son impostergables, más que un viaducto elevado, más que una cancha deportiva o embellecer los parques y camellones, más que arreglar las oficinas públicas. Empecemos ya.
Este lunes 19 de octubre, asistí a la presentación del lanzamiento de la campaña: “El agua es como de tu familia, protégela”; que el presidente Felipe Calderón Hinojosa anunció en la explanada Francisco I. Madero, de la Residencia Oficial de Los Pinos.
En breve podremos ver esta campaña a través de radio, televisión y toda clase de medios promocionales, inclusive en algunas etiquetas de productos de consumo y en recibos de los organismos de agua potable de estados y municipios. Se trata como lo anunció el presidente Calderón de una campaña cuyo objetivo es que todos los mexicanos aprendamos a valorar el agua, a cuidarla y a cuidarla como algo verdaderamente importante para nosotros, a cuidarla como se cuida a un hermano, un pariente cercano; a cuidarla, como si fuera, de hecho, lo es, de la familia.
En una apuesta mercadológica interesante se enfoca a la familia y dentro de ella a los niños y a los jóvenes para formar conciencia de no tirar el agua. Llama la atención el lenguaje, las formas, los colores y el tratamiento comunicacional que se hace, lo cual seguramente despertará polémica.
Se concentra la atención en lograr que los chiquillos y jóvenes de casa sean los promotores y supervisores de acciones pequeñas pero importantes para ahorrar el agua, una de ellas es la de no desperdiciarla en la regadera mientras abrimos la llave y esperamos que salga caliente, para ello se propone usar una cubeta que reciba el agua y luego se use en vez de desperdiciarla.
La estrategia del gobierno federal involucra al Consejo Consultivo del Agua, encabezado por el Ing. Carlos Fernández González quien llamó la atención sobre el manejo y gestión del recurso hídrico como componente fundamental del orden social, pues el resultado de su gestión tiene repercusiones en el desarrollo y bienestar de la sociedad.
En México no hemos administrado bien el agua, pues tenemos suficiente pero la desperdiciamos y no la cuidamos, la ensuciamos y no la manejamos con el respeto que se merece. Siendo un recurso renovable, flexible y maleable debe orientarse a través de políticas públicas y de campañas como la anunciada a hacer del agua un recurso sustentable.
Para recuperar el equilibrio hídrico de cuencas y acuíferos, es necesario realizar grandes obras hidráulicas, pero también cambiar de hábitos en nuestro diario quehacer como ciudadanos, es por ello que en el seno de la familia se debe iniciar esta nueva cultura. La cantidad de agua que desperdiciamos al lavarnos los dientes es otra acción que parece insignificante, pero que al sumarla nos da una cantidad importante de agua que podemos reducir en su desperdicio y llevarla a quien no la tiene y la necesita. Ahora serán los pequeños de casa los que estarán supervisando estas acciones, esa es la intención de esta campaña. Excelente iniciativa del Ing. José Luis Lueje Tamargo, quien al frente de la Comisión Nacional del Agua ha logrado sinergias importantes en esta cruzada por el agua y por proyectos de largo aliento que logren la sustentabilidad.
En cada una de nuestras poblaciones, sean grandes o pequeñas debemos de hacer un compromiso personal por el cuidado del agua y las autoridades de todos los niveles de gobierno comprometerse a realizar las inversiones necesarias no solo para llevar agua potable, también para sanearla y devolverla a su cauce dentro de los parámetros establecidos en la Norma. Las empresas también deben cumplir con los niveles de saneamiento y de esa manera estaremos recuperando el equilibrio perdido, haciendo el desarrollo sustentable y no hipotecando a las futuras generaciones.
Hagamos nuestro compromiso personal y familiar de poner en práctica pequeñas acciones que ayuden a recuperar el medio ambiente, y exijamos a los políticos que inviertan los recursos públicos en obras que aunque no lucen políticamente, son impostergables, más que un viaducto elevado, más que una cancha deportiva o embellecer los parques y camellones, más que arreglar las oficinas públicas. Empecemos ya.
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