miércoles, 13 de agosto de 2008

¿Cuánto pesa la obesidad?

Por José Antonio Díaz García*

Un millón 160 mil 895 kilos bajaron en conjunto casi dos millones de mexicanos en dos meses, es decir, un promedio de kilo y medio por persona.

Del 2 de junio al 26 de julio, el gobierno federal lanzó la campaña nacional “Vamos por un millón de kilos”, a la que se inscribieron un millón 810 mil 368 personas a través de instituciones como la Secretaría de Salud, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) las cuales proporcionaron orientación nutricional para tomar conciencia sobre la necesidad de cuidar el peso.

El pasado 3 de agosto, El Presidente Felipe Calderón puso en marcha el Programa Nacional de Actividad Física “Actívate, Vive Mejor”, para que a partir del próximo ciclo escolar en todas las escuelas de educación básica se dediquen 30 minutos diarios de educación física, incluso en aquellos colegios donde no haya las condiciones necesarias, se realizarán en el propio salón de clases.

Además, se iniciará una campaña para promover el ejercicio en el ámbito laboral, en empresas públicas y privadas, para que los trabajadores puedan hacer alguna actividad física sistemática en su horario de trabajo.

La campaña continuará porque México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en obesidad, lo cual representa uno de los problemas más graves de salud pública ya que el sobrepeso es uno de los mayores factores de riesgo para desarrollar diabetes, hipertensión arterial, osteoartritis, cáncer y otras enfermedades crónico-degenerativas.

En los últimos siete años las cifras de obesidad se dispararon en todos los grupos de población y en todos los estratos socioeconómicos. Según registros oficiales uno de cada 3 adolescentes mexicanos tiene sobrepeso y obesidad que, en números redondos, representa 5 millones 757 mil 400 jóvenes.

Fue en 2006 cuando los resultados de una Encuesta Nacional de Salud arrojaron que 70% de la población total tiene problemas de peso; obesidad (40%) o sobrepeso (30%).

La obesidad se producen de manera gradual debido al consumo excesivo de alimentos ricos en azúcares y grasas, como: refrescos, bebidas alcohólicas, botanas, harinas, alimentos elaborados con exceso de grasas, aderezos y frituras, entre otros y debido a factores como la inactividad física y el sedentarismo.

Si bien la obesidad puede ser causada por enfermedades médicas como el hipotiroidismo, la enfermedad de Cushing (trastorno hormonal de la hipófisis) o herencia de padres obesos, la mayor parte de los casos se debe a esos hábitos inadecuados en la alimentación y la actividad física.

Otra factor de riesgo en personas obesas son los trastornos psicológicos originados por críticas o discriminación que dañan la autoestima, provocando tristeza y aislamiento que encuentran consuelo en la comida. La motivación y el apoyo emocional sobretodo en adolescentes, es fundamental para no desistir en bajar de peso.

Dos grupos de la población son fundamentales para atacar el problema de la obesidad infantil: los padres de familia y los maestros. Los primeros porque en la tarea de cuidar a sus hijos, se encuentra el vigilar qué comen. ¿Cuántos padres prefieren por flojera, falta de tiempo o desinterés, darles dinero para comprar dentro o fuera de sus escuelas refrescos y comida chatarra?

Por otro lado, los maestros y directivos de las escuelas encuentran en las tienditas escolares una fuente de ingreso sin importarles demasiado qué consuman los estudiantes.

Según datos publicados por la Revista Expansión los niños le dejan a las tienditas escolares 19,400 millones de pesos al año por la compra de productos altos en grasa, sodio o azúcar.

Más allá de las campañas locales o federales de concientización que sin duda son útiles; más allá de la legislación y la regulación publicitaria a las grandes empresas productoras de golosinas, pastelitos, refrescos y botana para que mejoren la calidad nutricional de sus productos, es fundamental que los padres y maestros asumamos un mayor compromiso en la alimentación de los menores.

Una acción concreta es exigir que en las tienditas escolares no se venda comida chatarra. Y tampoco refrescos. Impulsemos que nunca falte agua natural, jugos, aguas de frutas naturales y semillas tostadas que dan energía.

¿Cuánto nos pesa el sobrepeso?

La obesidad le pesa a los mexicanos física y anímicamente; le pesa al Estado por los costos de las enfermedades que provoca, le pesa a los padres por el riesgo en la salud de sus hijos; nos pesa a todos porque una persona con sobrepeso no se siente satisfecha, ni realizada y nuestros hijos corren este riesgo latente. De nosotros depende, empecemos este ciclo escolar evitando la comida chatarra y haciendo ejercicio.


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*Diputado Federal por el Partido Acción Nacional

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