Por José Antonio Díaz García *
Hace 5 días México celebró la comercial pero ya famosa fiesta del Día del Amor y la Amistad, al tiempo que los poblanos recordábamos el segundo aniversario del que podríamos llamar “Día del Amor y la Impunidad”, es decir, aquel 14 de febrero de 2006 cuando conocimos las grabaciones entre el gobernador Mario Marín Torres y Kamel Nacif, empresario protector del pederasta Jean Succar Kuri.
Cómo olvidar sus amorosas y amistosas palabras: “mi gober precioso”, “eres el héroe de esta película papá”, “para darte un abrazo te tengo una botella bellísima de cognac”, que mostraron el contubernio entre un político y un empresario para proteger sus intereses, usando el poder con arbitrariedad para detener ilegalmente a la periodista Lydia Cacho por haber acusado a Kamel de protección a pederastas.
Hace 5 días México celebró la comercial pero ya famosa fiesta del Día del Amor y la Amistad, al tiempo que los poblanos recordábamos el segundo aniversario del que podríamos llamar “Día del Amor y la Impunidad”, es decir, aquel 14 de febrero de 2006 cuando conocimos las grabaciones entre el gobernador Mario Marín Torres y Kamel Nacif, empresario protector del pederasta Jean Succar Kuri.
Cómo olvidar sus amorosas y amistosas palabras: “mi gober precioso”, “eres el héroe de esta película papá”, “para darte un abrazo te tengo una botella bellísima de cognac”, que mostraron el contubernio entre un político y un empresario para proteger sus intereses, usando el poder con arbitrariedad para detener ilegalmente a la periodista Lydia Cacho por haber acusado a Kamel de protección a pederastas.
Con cinismo y desvergüenza Marín le decía a Nacif en la grabación: “Aquí en Puebla se respeta la ley…”.
Y los poblanos nos preguntamos ¿Cuál ley? ¿La ley de Herodes, la ley del más fuerte, la ley del que puede ser autoritario cuando llega al poder para defender amigos protectores de delincuentes que abusan de los más indefensos de la sociedad?
La semana pasada Lydia Cacho comentó en una entrevista que la comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Louise Arbour, le ofreció asilo político y asesoría jurídica para acudir a diversos tribunales internacionales y le sugirió abandonar el país después de que la Suprema Corte de Justicia dictaminara que en su caso no hubo "una violación grave" de sus garantías individuales.
¿Esto es lo que nos depara a los mexicanos, tener que buscar en el exterior la justicia que en nuestro país no encontramos?
Mencionaré tres elementos que considero inciden en la falta de justicia en México:
1. La impunidad que genera desconfianza.
2. La ausencia de valores comunitarios para cumplir la ley por convicción y no solo por coerción.
3. Los compadrazgos políticos y económicos en torno al poder.
El primer elemento es la impunidad. Los impunes violan la ley sin ser castigados lo cual aumenta la desconfianza de los ciudadanos en las leyes, en las autoridades y desincentiva un comportamiento personal y social que guarde el orden y el respeto porque de todas formas “no pasa nada”, “el que no transa no avanza”, “el fuero protege”.
En países como Irlanda, las reformas para el desarrollo económico y social que han llevado a este país a combatir considerablemente la pobreza y el rezago, no hubieran tenido el mismo efecto sin un decidido combate a la impunidad. Porque disminuir la impunidad genera confianza en la autoridad. Por ejemplo, si vemos que hay más justicia y equidad, pagamos con más disposición y puntualidad los impuestos.
Si los ciudadanos observaran que quienes roban, son corruptos, faltan a la ley y generan desorden social e inseguridad son sancionados, habría mayor confianza en las autoridades y paralelamente se generaría mayor conciencia sobre el comportamiento y la responsabilidad que hay que tener para vivir en una sociedad más habitable.
Pero si a los corruptos, a los ladrones, a los secuestradores y a los que abusan del poder nada les sucede, ni hay forma de que resarzan el daño causado y más aún, se les “disculpa” amparándose en huecos legales, falta de pruebas o interpretaciones muy personales de la ley, ¿qué incentivos tendrá una persona para actuar diferente y acatar las reglas?.
Ana Laura Magaloni investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) publicó en el 2007 un estudio titulado Arbitrariedad e ineficiencia de la procuración de justicia: Dos caras de la misma moneda, donde documenta que el 90 por ciento de los delitos denunciados en México quedan impunes y el 93% de las consignaciones son casos en flagrancia, que involucran generalmente delitos de poca monta y que no exigen ningún proceso de investigación criminal previo.
Magaloni afirma que la prevalencia de altos niveles de arbitrariedad durante la fase de investigación, aunado a la ausencia de jueces que impongan costos al Ministerio Público por los mismos, ha inhibido el desarrollo de las capacidades técnicas que requieren las procuradurías para investigar en forma profesional los delitos. Sin dichas capacidades técnicas, la impunidad seguirá siendo la regla en el país y continuarán las viciadas inercias institucionales que impiden realizar procesos judiciales eficaces.
Un segundo elemento son los valores comunitarios para cumplir la ley por convicción y no sólo por coerción. Las leyes no pueden aplicarse sin una convicción social. La solución no radica únicamente en la legislación sino en la construcción de un auténtico apoyo moral, es decir, leyes respaldadas por valores. Esta tesis la sostiene Amitai Etzioni, profesor de la George Washington University estudioso de la vida de las comunidades quien sostiene que el orden se basa fundamentalmente en un compromiso personal y no tanto en la ley.
Esta tesis se ve claramente en México donde se genera el siguiente círculo vicioso: se falta a la ley porque no hay una convicción de que ésta realmente se aplique en todos y para todos; el que no se aplique para todos genera impunidad; la impunidad provoca desconfianza y la falta de confianza impide que los ciudadanos tengan una motivación real para cumplir la ley.
Un tercer elemento es el contubernio político y económico el cual quedó de manifiesto en el affaire entre Marín y Nacif quienes demostraron su amor y fidelidad pero no al pueblo y a los electores, sino a los intereses de sus propios grupos.
Kamel Nacif le enviaría “dos botellas de cognac” al Gobernador priísta de Puebla, Mario Marín, por haberle ayudado a detener a Lydia Cacho que lo había denunciado por proteger al empresario Jean Succar Kuri, acusado de liderar una de las más grandes redes de pederastia en México.
La divulgación de esta llamada sin duda afectó al candidato del PRI a la presidencia en 2006 Roberto Madrazo, al disminuir considerablemente el número de votos recibidos. Esto fue una muestra de la indignación social, sin embargo, Mario Marín sigue gobernando.
Ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el caso quedó concluido pero los ciudadanos, sobretodo los poblanos no lo hemos cerrado y la mejor forma de protestar es no olvidarlo.
Ante los tres elementos señalados como un obstáculo para que haya justicia y se cumpla la ley en México, propongo tres alternativas:
Revisar y aprobar - desde el poder legislativo- la reforma judicial para hacer más eficaz el trabajo de las procuradurías.
Generar en nuestros hijos y en nuestra comunidad la indignación ante la injusticia y enseñarles con profundidad la vivencia de valores humanos para que no se dobleguen cuando tengan una posición de poder.
Lograr que el próximo 14 de febrero sea un día de amistad entre los ciudadanos para exigir menos impunidad entre los que incumplen la ley.
Comentarios diazgarcia2020@gmail.com
*Diputado Federal por el Partido Acción Nacional
No hay comentarios:
Publicar un comentario