El gobierno municipal de la capital Poblana, anunció que se están llevando a cabo pláticas con franeleros para que no cobren cuota fija por estacionarse en la calle, lo cual es una confesión de parte de la ausencia de autoridad o de la complicidad del Ayuntamiento.
No solamente en el centro comercial Angelópolis abusan por el cobro del estacionamiento también algunos “franeleros” o “aparta lugares” aprendieron y cobran una elevada cuota fija para que el ciudadano tenga el derecho de estacionarse en la vía pública que ellos controlan, lo cual contraviene la ley y las normas municipales. Sin embargo los funcionarios municipales encargados de velar por que se cumpla la ley se hacen de la vista gorda, lo que despierta suspicacias.
El pasado jueves 27 de mayo, la reportera Mayra Hernandez, consignaba que el director de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación municipal, José Ventura Rodriguez Verdín explicó a los medios de comunicación el problema de los franeleros, pero que el Ayuntamiento está “llevando a cabo pláticas con 20 líderes de franeleros en la capital para llegar a un acuerdo de que no cobren y se conformen con lo que el ciudadano les quiere dar por el cuidado del vehículo; de lo contrario serán retirados de la vía pública”.
Además agregó el militar y experimentado funcionario en temas de seguridad Ventura Rodriguez Verdín, que “los sitios que requieren mayor atención son el Complejo Siglo XXI y el Complejo Cultural Universitario de la BUAP”. Ese mismo jueves que se publicaba la nota periodística sobre los excesos de los franeleros y la pasividad del Ayuntamiento, se presentó en nuestra ciudad Miguel Bosé en concierto precisamente en el Complejo Cultural de la BUAP. Al llegar era un caos poder acercarse a la entrada por los problemas de la lluvia, la falta de educación vial de los automovilistas y la capacidad de una sola patrulla con únicamente dos elementos para dirigir el tránsito. Eso sin contar que el Complejo con todo lo bien diseñado y digno de las instalaciones no tiene suficientes cajones de estacionamiento para todos los autos que llegamos al evento (lo cual debe ser motivo de otro análisis y saber si cumple con la reglamentación al respecto). Entonces los que no alcanzamos lugar para estacionarnos dentro de las instalaciones universitarias nos estacionamos en la calle, para ello unos franeleros ataviados con chalecos reflejantes y lámparas sordas nos guiaban e indicaban como acomodar los vehículos.
Al bajar del auto el franelero en jefe (estaba acompañado de otros 3 ayudantes) me comunicó que eran treinta pesos; ante la disyuntiva de acceder a su petición o negarme, decidí lo segundo. Le comenté que al salir y si mi automóvil estaba sin novedad estaría de acuerdo en darle la propina que me solicitaba, pero que como dice el refrán “música pagada toca mal son” que me esperara a que saliera del concierto. De mal modo me contestó que esa era la tarifa y que al final no podía cobrar porque solo estaría ayudando a desalojar, que le tenía que pagar en ese momento. Arriesgándome a ver mi automóvil afectado al regreso, le dije que no tenía ningún derecho de cobrar nada y que le fuera a cobrar a Blanca Alcalá o a Rodriguez Verdín; el franelero me pintó un violín (eufemismo cultural que significa que me mentó la madre) y se alejó del lugar meneando negativamente la cabeza.
Después de tratar de disfrutar el concierto en el que me plantaron una cámara de video enfrente de mi lugar, salí para encontrar (gracias a Dios) mi auto intacto. Y del franelero y sus secuaces ni sus luces, seguramente ya estaban contando los ingresos para dar cuentas o repartir. Mientras tanto los ciudadanos en estado de indefensión; ningún elemento de policía estaba a la vista en un evento masivo de esta naturaleza.
¿De qué le sirve a Puebla tener instalaciones de primer nivel donde se presentan artistas de renombre internacional, si no tenemos un gobierno municipal que garantice orden y seguridad? ¿Si no son capaces de controlar a los franeleros: podrán con los robacoches?¿podrán con los narcomenudistas?¿podrán con otras mafias que se pasean por las calles de la Angelópolis?
Si los funcionarios municipales ya saben que en estos lugares de espectáculos se presentan estos excesos por parte de los franeleros, si las autoridades municipales sabían que ese día se presentaba Bosé y habría gran afluencia de automóviles, si Rodriguez Verdín y Blanca Alcalá lo sabían ¿por qué no estaban allí las fuerzas municipales para impedir esos abusos contra los ciudadanos que ya preveía el director de desarrollo político municipal?
Los funcionarios municipales no son omisos al tener un claro diagnostico del problema, no son omisos al declarar a los medios que están negociando con los líderes. Que nos demuestren que no son cómplices.
Urgen autoridades municipales que como el Presidente Calderón a nivel federal tome al toro por los cuernos.