martes, 19 de enero de 2010

¿El Fin justifica la Alianza?


Desde hace algunos meses, algunos interesados en la política poblana han sugerido y promovido una alianza electoral entre el PAN y el PRD en las próximas elecciones locales para derrotar al PRI e impedir que Javier Lopez Zavala, el delfín de Mario Marín sea el próximo gobernador de Puebla.

En Puebla después de haber sufrido este sexenio de infausta memoria a Mario Marín y su equipo, que han sumido al estado en el peor de los letargos y de padecer un cacicazgo Priista por más de 70 años que se resiste a la nueva dinámica democrática en la que vive la mayor parte de nuestro país, se promueve una alianza electoral que permita –a decir de sus impulsores- la alternancia y transición democrática.

Sin embargo, teniendo solo como objetivo de la alianza derrotar al PRI, no es incentivo suficiente para amalgamar –aunque sea temporalmente y por tan noble fin- a dos instituciones que hoy en día están muy polarizadas. Recordemos que la cerrada batalla electoral del 2006 por la presidencia de la república entre Felipe Calderón Hinojosa y Andrés Manuel Lopez Obrador sometió a un fuerte desgaste a ambos partidos a tal grado que la izquierda desconoció a las instituciones de la republica y realizó maniobras de presión como el plantón en la avenida Reforma en el Distrito Federal, e intento impedir la toma de protesta de Calderón en la Cámara de Diputados con el secuestro de la tribuna. Los epítetos de espurio e ilegitimo y el desconocimiento de Calderon han llegado al extremo de que Marcelo Ebrard, Jefe de Gobierno del DF, incondicional del peje, no se refiera ni por su nombre al Presidente de la Republica.

Adicionalmente las recientes reformas impulsadas por el PRD a las leyes locales del DF que permiten el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción de menores por estas parejas, han confrontado en el plano ideológico al PRD con el PAN a niveles nunca antes vistos. Finalmente son dos visiones diferentes y proyectos diferentes de país que pueden tener coincidencias pero que también tienen visiones antagónicas en muchos aspectos.

Es posible que se logren algunas alianzas PRD y PAN en estados como Hidalgo y Oaxaca, donde la polarización ideológica no es tan marcada, donde la oposición al PRI está más pulverizada. Puebla es distinta, ideológicamente existen posiciones históricas entre derecha e izquierda muy marcadas que hacen de nuestro estado cuna de movimientos de uno y otro carisma y que impulsan una natural animadversión. Los movimientos estudiantiles de los años sesenta y posteriores del pasado siglo dejaron abiertas heridas que todavía están abiertas. Electoral y políticamente el PRD en Puebla lo ha cooptado Mario Marín, recordemos como promovió la candidatura de Emilio Maurer en 1998 a la alcaldía para dividir el voto opositor e impedir que el PAN continuara gobernando la capital y que llegara el propio Marín a la Presidencia Municipal por solo poner el ejemplo más ilustrativo.

Manuel López Sanmartin escribió en El Universal: “Mas allá de echarle montón al PRI, lo que las dirigencias panista y perredista deben pensar es como justificar ante sus simpatizantes estas alianzas que no tienen ningún sustento ideológico.” Casi al mismo tiempo Cesar Nava dirigente nacional del PAN declaraba que “el Partido Acción Nacional no llevará como compañero de fórmula en los próximos comicios locales a ningún candidato o candidata que simpatice o siga los dictados de Andrés Manuel López Obrador” (…) “tampoco irá con quien apoye temas que dividen a la población como el aborto, las uniones entre parejas del mismo sexo o la posibilidad de que éstas puedan adoptar niñas o niños”

No se puede justificar ninguna acción política únicamente en el fin logrado por bueno que este sea, la filosofía detrás de este tipo de acciones se conoce como utilitarismo. Es la creencia de que la única norma de moral está determinada por su utilidad.

Los padres de esta filosofía utilitarista son Jeremy Bentham (1748-1832) y John Stuart Mill (1806-1873) y puede resumirse en que el fin justifica los medios. Pero sabemos que esto no es así, si cualquier fin bueno o valido puede justificar los medios para alcanzarlo, no se tiene un verdadero fundamento ético. Esto justificaría acciones como el Holocausto, las guerras religiosas o cosas peores. Los medios deben ser juzgados por alguna norma objetiva y consistente de moral.

No pretendo satanizar ni descalificar una posible alianza PAN-PRD en Puebla, coincido y apoyo la propuesta de una alianza realmente ciudadana para sacar al sistema PRI del gobierno estatal, que permita a los ciudadanos participar de las decisiones de gobierno, que permita la rendición de cuentas de los recursos públicos y que impulse un desarrollo de nuestro estado que lo saque del letargo en el que se encuentra, que impulse oportunidades de desarrollo para las personas con respeto a su dignidad. Una alianza que vaya más allá del simple hecho de sacar al marinismo de Casa Puebla, una alianza que justifique cada una de sus acciones para lograr la transición democrática, de otra forma estaremos siendo más de lo mismo no solo frente a la ética de nuestras acciones, frente a los ciudadanos que exigen respeto y ejemplo de sus gobernantes.

Para plantear una alianza entre estos partidos en Puebla, preguntaría: ¿compartimos una ética común? Una ética entendida como parte de la filosofía que se ocupa de los conceptos morales, esto es, de los conceptos implicados en todo discurso acerca de la conducta de los seres humanos. Y la respuesta es simple: NO

Sin embargo, será necesario que sigamos trabajando en un punto en común: las convicciones democráticas, que considero es el punto de coincidencia del que debemos asirnos PRD y PAN para conseguir la transición democrática en nuestra querida Puebla. No se trata de quitar a una pandilla para que llegue otra. De lo que se trata es de que termine el tiempo de unos cuantos para que llegue el tiempo de los poblanos demócratas.

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