* Por José Antonio Díaz García
De unos meses a la fecha los analistas financieros internacionales y los gobiernos de varios países han reconocido una etapa de recesión y desaceleración de la economía mundial, escasez de alimentos y en consecuencia el aumento de sus precios.
Entre las causas podemos mencionar las siguientes: los bruscos cambios climáticos, en buena medida ocasionados por la sobreexplotación del medio ambiente, que ha incrementado la frecuencia e intensidad de los fenómenos naturales como las altas temperaturas las tormentas tropicales y los huracanes, los cuales han devastado campos completos de trigo, arroz, maíz, canela sobretodo en los países de oriente, afectando el abasto y encareciendo los precios.
Otra causa es la creciente demanda de productos por parte de los dos países más poblados del mundo: India y China, con cerca de 2 mil 400 millones de bocas que alimentar -más de la tercera parte de los habitantes del planeta- no sólo de arroz sino de otros consumibles que antes no cruzaban sus fronteras y que por la globalización (importación, exportación, difusión) ahora quieren comprar, al tiempo que la oferta es insuficiente.
Una tercera causa es la utilización de granos para la producción de bioenergéticos. Por ejemplo hay países que utilizan el maíz para generar etanol, utilizado como combustible para automóviles, afectando la satisfacción de la demanda de tortillas, pan, cereales, básicos en la dieta de muchas familias e incluso en la engorda del ganado.
Un mundo global como el que vivimos obliga a que los precios de los alimentos sean internacionales lo cual presenta ventajas y desventajas para los productores. Veamos por qué.
México es uno de los países con más tratados comerciales firmados lo cual ha permitido abrir mercados a los exportadores. No sólo el Tratado de Libre Comercio con América del Norte sino los que como nación inmersa en la globalización hemos signado con la Unión Europea, el MERCOSUR e incluso con naciones asiáticas. Sin embargo, los exportadores mexicanos se ven impactados hoy que el dólar ha bajado y que productos como el maíz y el arroz convendría mas exportarlos que venderlos en el mercado nacional. Ellos pueden vender a mejor precio, gracias a los tratados internacionales.
Otra de las paradojas de la globalización es la oportunidad de comercio de unos, cuando otros pierden sus cosechas. Es el caso de México que ha vendido un importante volumen de su producción de café a Estados Unidos cuando los principales exportadores de café a Norteamérica como es el caso de Brasil, sufrieron heladas que devastaron sus plantíos. Un caso similar sucedió hace unos años con la nuez cuando las heladas en el vecino país del norte destrozaron la cosecha y se volcaron a comprar la de Chihuahua, lo cual significó un aumento exponencial en las ventas de los principales productores mexicanos de la región.
El mundo global tiene profundas desigualdades: mientras en Darfur el hambre cobra la vida de poblaciones enteras, las grandes trasnacionales de comida rápida desechan cantidades industriales de alimento si en media hora no han sido consumidos; mientras aumenta la desnutrición en Chiapas, Oaxaca y Guerrero, los acaparadores y especuladores locales y globales, se atrincheran para proteger sus intereses aumentando la inestabilidad.
Ante escenarios como estos, los países deben tomar medidas globales e individuales para afrontar el desabastecimiento de alimentos.
Algunas voces en México pugnan por el cierre de las fronteras a la exportación, para forzar a los productores nacionales a garantizar el abasto local con la salvedad de que, si hubiera excedentes, puedan venderlo afuera. Qué ironía, cuando los agricultores pueden tener un buen año, ahora se les quiere obligar a vender barato.
Por su parte el Presidente Felipe Calderón anunció esta semana la congelación de precios en productos populares hasta fin de año, para soportar el impacto inflacionario en los bolsillos de las familias mexicanas. También se comprometió a facilitar el abasto y el acceso de los consumidores mexicanos a los mejores precios de los alimentos en el mercado internacional; anunció la eliminación de aranceles derivados o impuestos a granos básicos, la adquisición de fertilizantes y el financiamiento completo a pequeños productores agrícolas así como a incrementar a las seis millones de familias más pobres del país, su ingreso disponible.
Además, para subsanar el aumento de precios en los alimentos y contrario a los que reclamaban un gasolinazo, México mantiene precios fijos y subsidios en las gasolinas y el diesel lo cual ha beneficiado a los productores y transportistas de alimentos para desplazar sus productos. Actualmente el precio de un litro de gasolina en Estados Unidos es de 12.6 pesos, lo que significa 75.7% mas cara que lo que pagamos aquí ($7.17por litro) y en el caso del diesel los gringos lo pagan a 13.4 pesos por litro, es decir 120% mas caro que el que nos vende PEMEX ($6.1 por litro)
Si bien no podemos aislarnos ante los riesgos de la globalización que como hemos visto también presenta oportunidades, los gobiernos deben tomar medidas para detener el papel distorsionador que juegan los acaparadores de semillas y granos que al ser productos duraderos y que pueden conservarse hasta un año en condiciones adecuadas, los esconden generando escasez y por lo tanto aumento en los precios para aumentar sus ganancias, que rebasan los límites del negocio y caen en el abuso y la usura, prácticas lejanas al comercio justo.
Como ciudadanos de un mundo global tenemos que aprovechar las oportunidades que ello significa (en este caso para los agricultores mexicanos), pero también estar preparados para las desventajas, que como en esta ocasión se presentan a los consumidores.
En nuestro país se han tomado las medidas adecuadas para soportar una crisis temporal, pero tenemos que ser concientes de que si esta situación se prolonga, va a ser muy difícil aislarnos de los efectos negativos de una crisis alimentaria mundial. Hagamos nuestro mejor esfuerzo por fomentar el ahorro familiar, e impulsemos las oportunidades que esta crisis nos presenta para promover al campo mexicano, ser productivos, exportar y así darle la vuelta a nuestro favor a estas circunstancias.
Comentarios diazgarcia2020@gmail.com
* Diputado Federal por el Partido Acción Nacional